Un trabajador retirado de una empresa de transporte de hidrocarburos reclamó que la firma no le pagó correctamente el salario. Todos los días era trasladado desde Choele Choel hasta la estación de bombeo de Chimpay. El hombre cuestionó diferencias salariales por horas de viaje, horas extras, corrección de aportes, entre otros conceptos.
Trabajó en YPF desde 1985 hasta 1993. Luego ingresó a Oleoductos del Valle S.A. Explicó que fue transferido a la nueva empresa y que realizaba turnos rotativos en la actividad petrolera. Finalmente, se jubiló en 2013.
La Cámara Segunda del Trabajo de Roca rechazó la demanda. El hombre no acreditó el desempeño de horas extras ni la categoría laboral que alegó. Los jueces consideraron que el reclamo fue formulado de forma genérica, sin un sustento adecuado.
La firma negó los hechos y cuestionó los montos reclamados. Además, planteó que la relación laboral comenzó bajo un nuevo contrato, sin que existiera una cesión formal desde YPF. También cuestionó que el actor no reclamara durante los veinte años que duró la relación laboral y que la demanda se iniciara tras el retiro.
Con la prueba aportada, los jueces concluyeron que la liquidación de salarios se ajustó a la normativa vigente y al convenio colectivo aplicable. Los recibos de sueldo presentados por ambas partes reflejaron el pago de los ítems mencionados. El tribunal también constató que los aportes previsionales y sindicales fueron realizados de manera regular.
La demanda fue desestimada, y la relación laboral fue considerada regular y ajustada a derecho. Los jueces consideraron que el hombre “no probó la categoría invocada, no probó las horas extras trabajadas, resultando incompresible e indescifrable, lo que deriva en un rechazo total”.