Las legisladoras del bloque del Frente de Todos, María Eugenia Martini y Gabriela Abraham recibieron a los productores frutícolas autoconvocados de Cipolletti, Carlos Carrascós, Hugo Riccioni y Carlos Zanardi, de la Cámara de Productores de Fernández Oro.
Durante el encuentro, los referentes valletanos transmitieron la intención de participar de la Comisión Interpoderes de Revisión Integral de las leyes provinciales “de Transparencia Frutícola y de la Mesa de Contractualización Frutícola”, cuya creación fue establecida por Ley -aprobada ya en primera vuelta hace un año- impulsada por los legisladores Marcela Ávila, Elbi Cides y José María Apud, de Juntos Somos Río Negro, y que llegaría nuevamente al recinto para su sanción definitiva en los próximos meses.
Esta Comisión tendría por objeto analizar y revisar la pertinencia, la vigencia y la eficacia de aquellas normas que enmarcaron durante 20 años el funcionamiento del complejo frutícola, de acuerdo a la situación actual de la actividad.
El proyecto del oficialismo establece que dicha comisión se integrará con tres representantes del Poder Ejecutivo, tres legisladores por la mayoría y dos por la minoría; dos representantes designados por la «Federación de Productores de Río Negro y Neuquén»; dos representantes del sector de empaque, la industria y comercialización, designados por la «Cámara Argentina de Fruticultores Integrados» (C.A.F.I.), y dos por la «Cámara de Industria y Exportación de Jugos Concentrados de Manzanas, Peras y Afines» (C.IN.EX.)
Por su parte los productores autoconvocados y de la Cámara de Productores de Fernández Oro transmitieron a las legisladoras la necesidad de sumar a esta futura comisión a integrantes de los sectores más débiles de la cadena productiva.
Carrascós, Zanardi y Riccioni adelantaron su acompañamiento a la norma, pero insistieron con las modificaciones propuestas al momento de integrar el nuevo órgano de revisión.
Reclamaron además una mayor participación y transparencia en el análisis de la situación frutícola y el marco normativo existente, al tiempo que expresaron su preocupación por la crisis del sector que se prolonga desde hace décadas.
Un punto clave para los productores es que se establezca un precio sostén por kilo para peras y manzanas -tal como ocurre con la yerba mate- que sirva para mitigar los vaivenes de la macroeconomía.
Este ‘precio mínimo garantido’ es un reclamo de años del sector productivo.
Martini y Abraham se comprometieron a revisar el proyecto aprobado en primera vuelta y a plantear las sugerencias de cara a la segunda rueda parlamentaria.
Adelantaron también, que junto al legislador Ignacio Casamiquela -quien junto a Abraham integra por el FdT las Comisiones de Contractualización Frutícola y de Transparencia del Negocio Frutícola- analizarán el marco normativo vigente y aquellos proyectos que no llegaron a ejecutarse y que podrían ser paliativos pudiendo eventualmente resolver problemáticas de fondo ante la complejidad de la crisis que afecta al sector.
Las cifras del sector frutícola de Río Negro y Neuquén son alarmantes. En la última década la superficie destinada a la producción de peras y manzanas cayó de 46.000 hectáreas a 20.000 hectáreas. Menos de la mitad. En el mismo periodo, el sector pasó de ocupar a 100.000 trabajadores en forma directa o indirecta, a dar empleo a sólo 40.000.
Las exportaciones de esta economía regional se desplomaron de 1.000 millones de dólares a 350 millones, cuestión que podría tener como consecuencia la desaparición de gran parte de los actores y capitales invertidos en el sector.
A esta situación de asfixia se sumó en los últimos meses la caída de las exportaciones de peras y manzanas a la Federación Rusa como consecuencia de las sanciones de occidente tras la invasión a Ucrania.