Pidió reducir cuota cuando tuvo tres hijas más: lo rechazan porque no se hace cargo del cuidado

Un padre solicitó la reducción de la cuota alimentaria de su primera hija, ya que sus ingresos se vieron afectados por la llegada de tres hijas más. El fallo de la jueza de Familia de Villa Regina rechazó el pedido porque el hombre no se hace cargo de la crianza de su hija y la responsabilidad recae solo en su mamá.

La pareja había convivido tres años y producto de la relación nació una hija. Se separaron y el hombre tuvo otra hija tras una “relación ocasional”. Luego formó otra pareja y tuvo dos hijas más.

En su presentación, el padre indicó que en el momento de pactar la cuota su situación económica era más holgada, ya que era soltero. Pero con la llegada de otras hijas, ya no podía aportar el mismo porcentaje.

Indicó que su pareja actual estudia, por lo que es el único sostén del hogar.

Propuso, entonces, bajar el porcentaje del 20 al 10 por ciento de su sueldo.

La jueza recordó que “la reducción de una cuota alimentaria vigente, sólo puede proceder en caso de registrarse una alteración de los factores objetivos de ponderación que se tuvieron en cuenta para su determinación, esto es, que se haya producido una sensible disminución de la capacidad económica del obligado o una merma en los gastos de alimentado”.

Tuvo en cuenta una cuestión temporal clave: cuando el hombre acordó la cuota ya había nacido la segunda niña y estaba en curso el embarazo de la tercera, “por lo que se presumiría que el actor debería haber previsto esta circunstancia, al momento de pactar alimentos en dos oportunidades”, dice el fallo.

En el expediente se realizó una pericia social y se tomaron testimoniales. Quedó acreditado que no hay vinculación con su hija. Incluso no la invito a su fiesta de 15. El propio padre explicó que “por motivos de su empleo no podía ocuparse de los cuidados de la niña”. También, que “no participó de las decisiones de escolarización de su hija”.

La pericia destacó, en cuanto a la niña, que “el actor expresa distancia afectiva, sin intenciones de su parte de revertir esta situación”.

Recalcó que la adolescente “ha planteado su deseo de continuar estudiando carrera universitaria fuera de la ciudad, cuestión que su madre asume como prioridad”.

La magistrada explicó: “ha quedado demostrado que el cuidado de sus cuatro hijas lo asumen las progenitoras”, lo que implica “una sobrecarga en las tareas y grandes esfuerzos diarios para que cubrir sus necesidades”.

Finalmente, concluyó que “a pesar de haberse alcanzado grandes avances en cuestiones de género, continúa siendo la mujer quien generalmente asume el rol exclusivo en los cuidados de sus hijos, reforzado por los estereotipos sociales imperantes de la sociedad”. Consideró que “otorgarle valor patrimonial a ese cuidado resulta fundamental para equiparar las obligaciones alimentarias de los progenitores y los roles asumidos en la vida de sus hijos”.

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