“Es necesario asumir las responsabilidades que nos competen», dijo Nora Aurora Cader Defensora del Pueblo del Municipio de Viedma, tras el informe que envió al intendente Pedro Pesatti, a los directivos de la empresa Aguas Rionegrinas y a las autoridades del Departamento Provincial de Aguas, para solicitar que se evalúen estrategias de trabajo que permitan resolver las deficiencias que registran los servicios y las redes de agua potable y cloacas en los barrios Guido y 152 Viviendas de la capital rionegrina.
Señaló que el fin de este informe es “aportar desde la Defensoría del Pueblo a la resolución de estos problemas y que todos los actores, empresas, usuarios, entes de control, gobierno y organismos podamos avanzar de manera coordinada en el trabajo necesario para resolverlos, y a la vez trabajar en la concientización del uso responsable de redes de agua y cloacas y en poner en valor los recursos naturales y el espacio público, contribuyendo al cuidado del ambiente y de la salud de la población”, y reafirmó que “juntos podemos hacerlo”.
El informe que elevó la Defensora del Pueblo fue elaborado después de los reclamos efectuados por vecinos y vecinas de los barrios FONAVI, y “a más de cien días de los contactos formales con la empresa, que oportunamente se había comprometido a resolverlos, y que a pesar del tiempo transcurrido aún no ha materializado”.
La Defensora recibió los reclamos de vecinos e integrantes de la Junta Vecinal del Barrio Guido, que “recurrieron ante las graves deficiencias del sistema de agua potable y cloacas” y aseveró que “la situación se pudo certificar en una recorrida efectuada a finales de julio”.
En esa línea, Cader recordó que “ARSA se había comprometido ante la Junta Vecinal del barrio, autoridades municipales y esta Defensoría y de lo manifestado a resolver el problema, pero las filtraciones no sólo no han sido reparadas, sino que el deterioro sigue incrementándose”.
Los vecinos denuncian que en diferentes puntos del barrio se detectan, además, pérdidas de agua potable y cloacas que anegan sectores comunes que hoy están convertidos literalmente en lagunas pestilentes, que favorecen la proliferación de plagas y enfermedades.
Y alertaron que los líquidos cloacales que desbordan desde las bocas de inspección y que forman arroyos que recorren las cunetas para desembocar en las bocas de los desagües pluviales, terminan en las aguas del río Negro y aseguró que “son otra de las lamentables imágenes que se pueden observar a diario en el barrio”.
Precisaron, también, que “el panorama se completa con la falta de tapas de registro, la carencia de cerramientos en los tanques, cisternas e instalaciones que implican un serio riesgo para los vecinos, en especial para los niños y niñas, adultos mayores y personas con discapacidad o movilidad reducida”.
La Defensoría del Pueblo, en ese sentido puntualizó que “si bien las autoridades vecinales, reconocen que parte de los problemas, se generan o se ven profundizados por el accionar negligente de algunos vecinos y por casos de vandalismo, esto no exime a la empresa de asumir las responsabilidades que le competen y garantizar la correcta prestación de los servicios que le son de su competencia”.
En el caso del Barrio Guido uno de los problemas que se pudo observar es de las filtraciones constantes del tanque de agua que está ubicado en el corazón del complejo habitacional, ubicado a metros de la Comisaría 30 y de la escuela Primaria N° 308.
El documento da testimonio de las reparaciones que llevaron adelante los propios vecinos que “buscando dar solución, treparon escaleras y parcharon ductos utilizando cámaras de bicicleta y alambres, para minimizar las pérdidas de agua”.
Cader aseveró que “esto obviamente no corresponde, porque es la empresa la responsable de efectuar las reparaciones, además del riesgo al que se sometieron los vecinos al realizar los trabajos sin contar con el expertise necesario, sin asumir las pautas de seguridad correspondientes y con el riesgo de sufrir un accidente que podría haber derivado en graves consecuencias para ellos”.
Precisó además que “la situación deja en evidencia la falta de respuesta de la empresa a los reclamos de los usuarios y en especial el escaso valor de la palabra empeñada ante organismos y referentes vecinales”.
Y señaló que según estimaciones de expertos consultados por la Defensoría, las pérdidas equivalen a una canilla domiciliaria abierta de manera permanente. “Esto implica el despilfarro de al menos 1.500 litros diarios de agua potable, 45.000 litros mensuales y a los 150.000 litros acumulados en los más de 100 días transcurridos desde que se realizó la recorrida y se alertó a la empresa”.
El documento que incluyó material fotográfico y audiovisual detalló que «el inconveniente de las filtraciones en el tanque, que es uno de los cuatro que brinda suministro al barrio compuesto por 588 departamentos divididos en 41 escaleras, se registra hace al menos tres años, lo que nos permite estimar que en ese lapso se desperdiciaron más de 1.500.000 litros de agua potable».
En el caso del Barrio 152 Viviendas la Defensora se hizo eco de los reclamos vecinales por las pérdidas constantes que se registran en el tanque que está ubicado en la calle Héroes de Malvinas, que brinda el suministro de agua potable al sector.
Los vecinos reportaron allí que “en las casi tres décadas de existencia del barrio no se ha practicado ningún tipo de mantenimiento al tanque en cuestión” y denunciaron que “desde hace un largo tiempo registra importante pérdidas de agua, que no han sido subsanadas a pesar de los repetidos reclamos efectuados ante la empresa ARSA, el DPA, el municipio y otros organismos”.
La Defensoría aseguró que esta situación deriva en constantes anegamientos en ese sector, con presencia de barro y dificultades e incomodidades propias generadas por el agua contaminada y remarcó que “se registra un importante despilfarro de agua potable por las pérdidas constantes y de energía eléctrica, ya que esta situación demanda que las bombas de elevación de líquidos funcione de más para mantener el tanque en los niveles adecuados para atender a la demanda del vecindario. Esta situación genera que periódicamente haya cortes en el suministro por fallas en el sistema”.
El documento explicó además, que «si bien desde la empresa prestadora se comprometieron ante esta Defensoría y referentes vecinales a atender los reclamos y subsanar el problema, en una visita posterior realizada el miércoles 11 de noviembre se certificó que, transcurridos 104 días, la empresa no cumplió con los compromisos asumidos y no procedió a la reparación de las pérdidas de las cañerías del tanque».