En un acto sin precedentes y que atenta directamente contra la democracia, la institucionalidad y la división de Poderes, la Corte Suprema de Justicia de la Nación restituyó la vigencia de una ley derogada hace 16 años por el Congreso de la Nación y así permitió que su presidente, Horacio Rosatti, presida también el Consejo de la Magistratura, órgano encargado de designar y remover jueces.
El fallo, impulsado por la extrema derecha judicial y aplaudida por sus alfiles políticos y mediáticos, significa un Golpe Institucional de extrema gravedad para la democracia argentina.
Por eso, desde el Partido Justicialista de Río Negro, como parte del Frente de Todos, coalición gobernante en la Argentina, repudiamos enérgicamente este vergonzante fallo dictado por el propio presidente de la Corte Suprema de Justicia, el mismo que entró al máximo órgano judicial por decreto y que asumió la presidencia por un polémico autovoto.
También hacemos un llamado resto de las fuerzas políticas, a los Poderes del Estado y a la sociedad en su conjunto a aunar fuerzas para evitar este atropello y certero Golpe a la institucionalidad del país.