Un trabajador de la carne tuvo una severa lesión en su hombro mientras colgaba un novillo faenado en un guinche. El hombre se desempeñaba en el frigorífico de Viedma y entre sus tareas, “quebraba patas” de animales en forma manual. En un momento, sintió un dolor agudo.
El trabajador fue asistido inmediatamente por el médico de planta de la empleadora y posteriormente por la ART que le realizó ecografía, Resonancia Magnética Nuclear y tratamiento kinesiológico.
Pese a la rehabilitación siguió con dolores fuertes en la zona afectada. Aún así, según el relato del trabajador, la ART le otorgó el alta médica.
Oportunamente inició la demanda por considerar que su incapacidad es mayor de la que indicó la ART.
Por su parte, la Segunda, reconoció la existencia del siniestro y su responsabilidad económica sobre sus consecuencias, no obstante, discutió el grado de incapacidad pretendida.
En el expediente se solicitó la intervención de un especialista. El informe pericial indicó que “el dolor de hombro es una de las consultas más prevalentes en la práctica del internista. Esta es una patología por sobre uso y se asocia a actividades laborales que mantienen el brazo elevado por encima del hombro. El examen físico y los estudios por imagen (radiografías, ultrasonido y resonancia magnética) proporcionan bases suficientes para el correcto diagnóstico y el tratamiento oportuno de estas lesiones”.
En base a las pruebas recolectadas, la Cámara Laboral de Viedma determinó que la Incapacidad Obrera del trabajador es de 12,15% y por ello condenó a la empresa La Segunda ART S.A. a abonar al trabajador en concepto de indemnización por la incapacidad laboral reconocida, e intereses la suma de 1.688.968,70 pesos.