Víctor Hugo Davis: “El filete porteño sigue creciendo en la ciudad”

El fileteado es un arte típicamente porteño, muy asociado al tango, que año tras año viene creciendo en Viedma, capital de la provincia de Río Negro.

Si bien la capital rionegrina está ubicada a unos mil kilómetros de la CABA –Ciudad Autónoma de Buenos Aires-, gracias a los talleres que Víctor Hugo Davis realiza en el Centro Cultural II y en el barrio 30 de Marzo este arte se ha expandido.

Taller de Filete Porteño

En conversación con este medio al ser consultado por los talleres,  Víctor Davis comentó que “hace varios años estamos con un taller muy lindo, con una gran convocatoria, con gente de toda edad” y añadió que “no afloja, el filete porteño sigue creciendo en la ciudad”.

El taller “lo brindamos en el Centro Cultural 2, pero también en el Vagón Iluminado, un espacio de arte creado en el barrio 30 de Marzo por la actual gestión municipal”.

Dicho taller, afirmó Davis, “es un sueño hecho realidad donde los chicos pueden interactuar con muchas disciplinas vinculadas con el arte, en el caso nuestro vamos con otros compañeros haciendo actividades prácticas. Es un taller creativo donde los chicos hacen de todo”.

En el barrio 30 de Marzo, el más alejado del centro de la ciudad, “estamos todas las tardes de jueves, viernes y martes, siempre desde las 15 horas en adelante. El taller es solamente para los chicos del barrio, ahora en el Centro Cultural 2 si es para gente más grande, para mayores de 13 años”.

Al preguntarle por los cupos afirmó que “están abiertos porque estos talleres tienen la ventaja de que toda persona interesada puede incorporarse a en cualquier fecha del año, además no se necesita tener conocimiento en pintura, el más avanzado se acopla muy bien con el que recién se inicia”.

Recordando los inicios del taller, Victor Hugo comentó que “empecé con un contrato de seis meses para mostrar lo que era este taller y esos seis meses se convirtieron en nueve años de continua actividad”.

El filete porteño, con el correr de los años, “se fue metiendo de apoco en la gente, que además, cuando viaja a Buenos Aires recorre San Telmo, Caminito y se meten más en el tema. Por otra parte hoy en los medios de difusión se habla muy bien y se sabe qué es el fileteado”.

Tal es así que este arte netamente porteño “en el año 2015, fue declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco. Hoy podemos decir que es la única pintura que representa a la Argentina”.

Porteño y de Huracán

Victor Hugo Davis se ha hecho conocido en la capital rionegrina por ser profesor de filete porteño, por realizar vitrales y sobre todo por ser uno de los pocos hinchas de Huracán que hay en la ciudad.

Justamente al preguntarle por sus orígenes y su vinculación con el filete porteño, expresó: “Soy de un barrio que se llama Saavedra, en mi caso particular hago vitrales. En este arte se utiliza mucho el perfilado y fileteado. Siempre me gustó y tuve curiosidad por el fileteado, primero lo quise hacer de forma autodidacta, pero era imposible, entonces tuve que recurrir a los maestros, que son los que te bajan toda la línea”.

Luego de capacitarse y aprender el arte llegó la etapa de darlo a conocer, ya instalado en Viedma, “en mi caso enseño la técnica original de lo que era el fileteado de carros y colectivos”.

Consultado por los inicios de este arte, expresó que “el día y la hora no se sabe, pero tenemos que hablar de 1910, tenemos que hablar de la inmigración. Lo mismo paso con el tango, siempre digo que el tango y el fileteado son primos hermanos, nacieron casi juntos, no hay un origen, pero hay una corriente pictórica en donde uno de los que dio inicio era de la zona de Barracas, un artista plástico compañero de Bernardo De Quiros y Quinquela Martin, entonces se cree que esa persona incorporó hojas de acanto, flores, que se impusieron como los iconos del fileteado”.

Arte prohibido

En un principio se pintaban los carros que eran tirados por caballos, “pero después se prohibió la tracción a  sangre y entonces en la ciudad se comenzaron a pintar los camiones y colectivos”.

No obstante, después del golpe de Estado del año 1976, “por una disposición, en gobierno militar, lo prohibieron en los colectivos porque decían que interfería en la visibilidad de los números, cosas que pasaron”.

De todos modos, llegados los años ´80 y ya en el gobierno radical “este arte revivió porque pasó a ser una pintura de caballetes. Se pintaron carteles, bodegones, el fileteador pasó a ser un letrista. Hoy por suerte una de las cosas que se hace es la docencia y la pintura de carteles”.

De hecho en Viedma Victor Hugo Davis ha pintado varios carteles, tal vez uno de los más populares es el que se encuentra en el local gastronómico “La Fonda de Cachorro”.

Victor Hugo Davis maestro de fileteado porteño, en El Vagón Iluminado y Centro Cultural 2.

Publicado por Esto que Pasa – diario digital en Lunes, 22 de julio de 2019

Fotos: Mauricio Martin

 

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