«Una nueva convocatoria que angustia más a los trabajadores»

 

Luego de este nuevo llamado del Gobierno, la UPCN Río Negro vuelve a rechazar rotundamente el aumento salarial miserable impuesto por un decreto. Desde el gobierno nos pueden decir que el gobernador Weretilneck tiene igualmente la potestad de emitir un decreto porque se lo permite la Constitución, pero esto nos trae a la memoria las herramientas que usaba la dictadura, para dar los aumentos salariales sin reconocer la Ley vigente y a los sindicatos.

Nosotros le pedimos al Gobernador que, ya que hace uso de la Ley madre, la utilice para beneficiar NO para PERJUDICAR a los trabajadores, utilizándola, por ejemplo, para la equiparación salarial entre los tres poderes del Estado (igual salario por igual trabajo).

Cuando los  compañeros  reciban mañana algo de dinero en sus bolsillos estarán contentos un ratito, porque lo necesitan, pero esto se diluye rápidamente, porque es un engaño de corta tirada. Quizá la argucia oficial sea extender el engaño al pagar en este tiempo la suma fija por única vez; en otro mes el aguinaldo; en otro la indumentaria, tapando de esta manera  la realidad de un aumento que corre muy por detrás de la inflación y de todos los aumentos que recibirán el resto de los trabajadores de esta provincia. Los legislativos, más de un 16% acumulativo; los judiciales un 18% acumulativo; los docentes entre el 19 y el 21%; los municipios todos arriba de un 20% y… por último los empleados de la Administración Pública…  un 15%.

El aumento que el gobierno ‘arregló’ con ATE -a cambio de un 0,5 % de la masa salarial de todos los empleados públicos para una Obra Social Fantasma y de proponer una simple ‘disculpa’ para que sus actos de violencia  sean condonados- ha sentado un precedente complicado, tanto para los trabajadores en los momentos de negociación salarial; para la ciudadanía cuyos derechos pueden ser atropellados a destajo, o los mismos funcionarios, que siendo víctimas de violencia les cierran el caso con unas sencillas ‘disculpas’.

En las negociaciones salariales siempre se intentó acercar los números entre la parte sindical y la patronal, pero este año no hubo negociación. El gobierno fue a las reuniones con una imposición que la UPCN no aceptó, porque está lejos de una mínima recomposición  de los salarios de los trabajadores de la Administración Pública.   Este año, la  patronal encontró  a una organización dispuesta a cambiar por otra cosa esa imposición miserable, haciéndoles firmar un ‘acuerdo’ que perjudica a los propios trabajadores.

Lo que el gobernador Weretilneck impuso y ATE aceptó es un pobrísimo 4,5%  para el primer semestre, llegando  a completar  un 15%  que los trabajadores cobraremos recién en el mes de octubre.

La propuesta de la UPCN  fue -desde fines del año pasado para no llegar a esta altura sin nada- una recomposición que tuviera en cuenta los atrasos de 2016 y 2017, que el gobierno firmó pero no pagó y un porcentaje para 2018 que sea acorde a la disparada inflacionaria. Así, pedimos un 10% retroactivo a enero para el primer semestre (no el miserable 4,5) y un  4,15 en concepto de atraso de años anteriores; un 5% en julio, más la actualización de la indumentaria, el salario familiar y otros conceptos a discutir de manera separada para que no sea una variable de negociación sobre el salario.

La UPCN no acepta esta imposición miserable del gobierno.

ATE acordó -aún fuera del marco legal- el PEOR aumento salarial posible, aceptando la imposición de la patronal.

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