La defensa del imputado y el propio acusado manifestaron su voluntad de aceptar su culpabilidad en todos los hechos por los que se lo acusan. La fiscalía y la querella habían solicitado que el caso sea juzgado mediante la modalidad de jurados.
Es importante aclarar que los jurados populares solo deciden por la culpabilidad o no culpabilidad del imputado, pero no determinan el monto de la pena. En este sentido, al acusado al reconocer los hechos y aceptar las calificaciones legales que fueron materia de acusación se tornaba innecesario realizar el debate oral y público.
En consecuencia, las partes en conjunto requirieron que la audiencia de selección de jurados prevista para hoy, así como también el juicio propiamente dicho que iba a tener lugar a partir del lunes, sean suspendidos a los fines de fijar una nueva audiencia con jueces técnicos que tratarán el procedimiento abreviado. La modalidad es parcial y no plena, toda vez que no se determinará en esa primera instancia el monto de la pena a imponer.
Los delitos que se le imputan al hombre, quien se desempeña como integrante de la policía de Río Negro, son portación ilegal de arma de fuego de guerra, coacciones agravadas por el uso de arma de manera reiterada, robos reiterados, daños reiterados, lesiones leves agravadas por existir una relación de pareja preexistente y por ser en contexto de violencia de género, lesiones leves y coacción simple.
¿Cómo fueron los hechos?
Según la acusación, todo comenzó el 11 de agosto de 2022, alrededor de las 15 horas, cuando el acusado ingresó de forma intempestiva y violenta a la casa de su pareja. El imputado esgrimió un arma de fuego reglamentaria y comenzó a amenazar a la nueva pareja de su ex para que abandonara la vivienda.
No conforme con lo anterior, golpeó al hombre con la pistola y ante la intervención de la mujer también comenzó a golpear con el arma para posteriormente tirarla al piso y seguir golpeándola.
El imputado posteriormente, con una herramienta tipo pico, dañó el vehículo de la pareja de la víctima para posteriormente romper el teléfono de su ex pareja, el cual posteriormente quemó. En todo momento, el hombre mantuvo un accionar violento y, exhibiendo su arma de fuego, amenazó en múltiples oportunidades con matar tanto a su ex pareja como al hombre que la acompañaba.
Forma parte de la secuencia del hecho una situación en la cual el hombre se retiró de la vivienda – a la cual a posteriori volvió – y fue perseguido por la policía. Cuando intentaron que el mismo deponga su actitud, el acusado también los apuntó con su arma para evitar su detención.
Finalmente, el acusado se entregó a las autoridades policiales días después, momento desde el que permanece con prisión preventiva.