El secretario de Desarrollo e Integración Social del gobierno de Viedma, Mario Sánchez, expresó la necesidad de avanzar rápidamente con el plan integral de tierras que el ejecutivo envió al deliberante, en una batería de ordenanzas, para su tratamiento en conjunto.
El titular del área social de la comuna viedmense hizo un breve resumen del extenso trabajo vinculado a la elaboración del plan, en el que destacó los apoyos cosechados y los riesgos de «empantanar y dilatar las discusiones».
«La problemática del acceso a la tierra y a un hábitat digno es un tema que el intendente Pesatti viene planteando desde inicios de 2019, antes de conformar el gobierno municipal y mucho antes de que el problema de las tomas fuera un tema nacional», indicó Sánchez.
«Sin embargo -agregó-, siempre supimos que era una urgencia impostergable», e indicó que «aunque la solución no va a ser inmediata, cuánto más demoremos en arrancar, más va a demorar esa respuesta».
Sobre el trabajo realizado por el área de Planeamiento Urbano, Sánchez indicó que «se viene trabajando con profesionalismo desde hace meses, en el contexto de la pandemia y con poco personal, contrastando con otras realidades y geografías, buscando experiencias exitosas e instrumentos administrarivos novedosos».
Sobre la solidez del proyecto y la dificultad de planificar en tiempos de pandemia, Sánchez indicó que «pese a haber tenido que atender cuestiones más críticas y urgentes, hemos podido llegar con un proyecto maduro que, aunque es perfectible, tiene la fortaleza de haber sido concebido desde una visión integradora».
Según explica Sánchez, la articulación con Nación fue clave, ya que «permitió contar con el aval de una política nacional que busca el mismo objetivo con herramientas muy similares, que encastran perfectamente en nuestras iniciativas, como destacó el director del Plan Nacional de Suelo Urbano, Juan Duarte».
«Luego realizamos una serie de reuniones con sectores de la comunidad vinculados a la demanda de tierra, desde el trabajo en cooperativas, mutuales, sindicatos y asociaciones», explicó Sánchez, y agregó que «también manifestaron su apoyo otros sectores de la comunidad como la iglesia, en la voz del obispo Laxague, y de otras comunidades de fe, organizaciones barriales».
La discusión
«Todo proyecto que pretenda modificar la realidad de una determinada situación, que pretenda romper el aparente equilibrio del status quo, va a generar roces y conflictos, porque indefectiblemente se tocan intereses», añadió Sánchez. «Eso lo entendemos, forma parte de lo que sabíamos que podía pasar cuando el intendente Pesatti marcó que la política de vivienda y la planificación de la ciudad no iba a quedar librada al mercado inmobiliario ni a la lógica de las tomas».
Finalmente Sánchez expresó que los concejales deben comprender que «el riesgo de dilatar y empantanar las discusiones del marco normativo de estas acciones, es que perdamos oportunidades y que demoremos muchos meses más», porque «luego se debe enviar el proyecto de utilidad pública a la Legislatura provincial, y eso debe suceder antes del receso en el parlamento».