En una reunión desarrollada en el predio donde se construye el «Paseo del Bicentenario», se acordó avanzar con la obra realizando algunas adecuaciones ambientales a la iniciativa original.
El proyecto, surgido oportunamente desde la Legislatura de Río Negro, en convenio con el municipio de Viedma y el Ministerio de Economía, recayó luego para su ejecución en el ministerio de Obras y Servicios Públicos de Río Negro.
Luego del inicio de la obra, se acordó con la empresa contratista la suspensión de los trabajos de quita de árboles y se convocó a una reunión para avanzar en acuerdos mínimos que permitieran resolver las controversias planteadas.
«Se suspendió el retiro de árboles para convocar a todos los actores institucionales y sociales en procura de alcanzar acuerdos que nos permitan resolver con criterio y buena voluntad esta situación, sin perjudicar el desarrollo de la obra», explicó Gastón Renda, titular del área municipal.
El funcionario expresó que «con la predisposición de todas las partes encontramos una solución en menos de veinticuatro horas y estamos realmente satisfechos del modo en que pudimos resolverlo, escuchándonos y exponiendo los distintos criterios que guían cada propuesta».
Reunión
Al encuentro asistieron funcionarios del gobierno de Viedma, entre los que se encontraban los secretarios de Planeamiento, Obras y Servicios Públicos, el arquitecto Gastón Renda, y de Desarrollo Económico y Turismo, el biólogo Marco Magnanelli. Se sumaron la Defensora del Pueblo de Río Negro, Adriana Santagati; el arquitecto Sergio Gorriti, inspector designado por Obras Públicas de la provincia para ese proyecto; y vecinos autoconvocados de Viedma, entre los que se encontraba el ambientalista Andrés Di Leo.
Se propuso poner en valor al árbol como parte de la infraestructura urbana, tomando en cuenta que son proveedores de «servicios ambientales».
Se acordó también que no se van a sacar árboles sin hacer un estudio caso por caso, con el fin de extraer lo mínimo posible y se elaborará un Plan de Mitigación que consistirá en la reposición de 30 árboles por cada árbol quitado, para compensar la masa verde perdida.
En este sentido se propondrá en el plan de mitigación la utilización de varios ejemplares de un árbol autóctono, el «Sauce Criollo», agregando así un valor de propósito al espacio público, y sumando a este paseo la función de protección de ésta especie en peligro, mediante la colocación de individuos en la masa arbórea urbana.
Preventivamente, y con el objetivo de poder visualizar correctamente el espacio, Obras Públicas del Municipio trabajará en el desrame de partes secas.
Obras Públicas de la provincia de Río Negro adecuará en el corto plazo el proyecto original a esta nueva concepción, sin impactar en los costos finales de la obra.
Finalmente, en el mediano plazo, se avanzará en el ordenamiento normativo para evitar el avance de obras sin un protocolo que contemple a la masa arbórea como parte de la infraestructura de servicios urbanos.