Viedma. La concejal de la Unión Cívica Radical Genoveva Molinari, presentó un proyecto de ordenanza para imponer con el nombre de «Bajada de Picoto» a la Segunda Bajada El Faro, ubicada en el Balneario El Cóndor, en el marco de una iniciativa global para reconocer a vecinos de la ciudad con sus nombres en los espacios públicos.
José Luis Fernández, apodado «Picoto» desde sus primeros años, fue el ideólogo de una obra hecha a pulmón, por varios vecinos del balneario, por el cual se construyó una escalera que permitía el descenso a la playa desde lo alto del acantilado, acción por la cual en el ideario popular, ese sector se conoce como «La bajada de Picoto».
Sin embargo, nunca se había efectivizado la denominación oficial.
Molinari resaltó que con la ley que amplía el ejido de Viedma a las poblaciones costeras, el Concejo Deliberante tiene ahora potestad para asignar con nombres a los distintos espacios públicos de los nuevos territorios.
«No es posible imaginar otro nombre para este espacio, concurrido por miles de personas durante todo el año, pensado por Picoto hace mas de 30 años para facilitar el acceso a la costa de vecinos y visitantes, que no solo pueden disfrutar de las amplias playas, despejadas de piedras y rocas, sino también por los pescadores, quienes aprovechan el buen nivel de pique que allí se observa», agregó la concejal.
Fundamentos
En sus argumentos, Molinari resaltó que la inquietud de Picoto surgió justamente al despuntar una de sus pasiones, la pesca, y que al quedar atrapado por una marea, pensó en que la salida era por la cima del acantilado.
Fue así que con la ayuda de vecinos del balneario, iniciaron la costosa tarea de enclavar una escalera en la roca, y construir otra de madera y hierro para llegar a la arena. De esa obra hoy no queda nada. El mar hizo lo suyo
Pero tanta popularidad había ganado el lugar que los vecinos hicieron un pedido al Gobierno de la Provincia para construir la bajada tal como está hoy.
Molinari aseguró que cuando se inauguró la actual escalera ninguno de los promotores o hacedores de la idea original fueron invitados.
En parte para remedar ese despropósito y para reconocer la figura de una de las personas que más hizo por el balneario, es que se presentó esta iniciativa, con la compañía de integrantes de la junta vecinal del balneario El Cóndor y familiares de Picoto.