El gobierno de Viedma informó que desde este fin de semana se encuentra instalado un puesto de seguridad y control en Bahía Creek, que contará con dotación de personal policial estable durante el verano, a partir del 4 de diciembre.
“Es la primera vez que este punto del Camino de la Costa tiene un puesto de seguridad estable para el verano”, informó Verónica Barrera, subsecretaria de El Cóndor y Costa Atlántica, quien agradeció “la predisposición de la secretaría de Estado de Seguridad y Justicia, que conduce Betiana Minor, quien escuchó nuestras preocupaciones y rápidamente destinó un puesto-casilla con una dotación de agentes para cumplir este objetivo”.
«Ya existieron guardias, rondas o recorridas policiales, pero nunca hubo una dotación estable en esta playa», explicó.
Este verano se espera “una afluencia inusual de visitantes desde la comarca Viedma Patagones, en virtud de las dificultades para viajar y las restricciones para desplazarse hacia algunos destinos”, indicó Barrera, quien agregó que se está preparando “una variedad de opciones para ampliar la oferta de espacios, que permitan garantizar distanciamiento y no se corran riesgos innecesarios”.
“Toda la oferta estival está diagramada con el objetivo de proteger a nuestra comunidad, por eso el intendente Pesatti nos pidió concentrar los esfuerzos bajo la premisa del Verano Cuidado, y en esa línea estamos trabajando”, explicó.
Limpieza en el Camino de la Costa
Sobre la recolección de residuos y limpieza en el Camino de la Costa, Barrera explicó que “hay tres tipos de residuos que encontramos a lo largo de la costa, con diversas realidades en los distintos balnearios: los que aportan los veraneantes o visitantes ocasionales, los residuos de residentes o propietarios y los escombros de obras o remodelaciones”.
“Históricamente el servicio de la costa juntaba la basura una vez cada 15 días, en cada sitio, a lo largo del camino”, explicó la funcionaria, y agregó que “para la temporada se ampliaba a una vez por semana, desde mediados de diciembre, pero este año los visitantes empezaron a llegar masivamente dos meses antes, cada fin de semana, quizá por efecto de la pandemia”.
En el caso de la Lobería, Barrera explicó que “es un sitio que hoy se encuentra en estado crítico porque allí converge otro factor que es la construcción y remodelación de casas, para las que los frentistas no contratan volquetes y los escombros y restos de obra terminan en los canastos y recipientes comunes de residuos domiciliarios”.
“No obstante -indicó Barrera-, estamos haciendo gestiones para incorporar más frecuencias a la recolección, quizá antes de diciembre, y contratar un volquete específico para escombros, ramas y otros residuos voluminosos”.
Barrera agregó que «la capacidad de respuesta aún es limitada, porque sigue impactando la pandemia en el plantel municipal y en las cooperativas y empresas que lo asisten, con muchas personas aisladas preventivamente o enfermas. Ha sido un año verdaderamente complejo para la gestión municipal».
Por último, la secretaria explicó que se está “confeccionando cartelería para indicar a los veraneantes diarios y cotidianos que, de ser posible, lleven su basura con ellos cuando se desplazan en vehículos particulares, ya que el traslado y recolección de basura es un servicio complejo y costoso”.
Finalmente, Barrera explicó que “con estas pequeñas acciones individuales y responsables, al llevarnos nuestra basura de las playas y balnearios, producimos un gran cambio para nuestro ambiente”.