Viedma vivió una noche de verdadero sacrificio y rock and roll con un recital impecable de Pier, como pocos, que denotó la calidad de los hermanos Ramiro y Agustín Cerezo ya referentes del rock barrial.
En la previa, calentaron el ambiente los locales Manto Negro con clásicos de los redonditos de ricota y la banda Hurlingham. Pasada la media noche Pier finalmente desembarcó en el escenario del Centro de Jubilados con sus 30 años de ganada trayectoria a puro sacrificio y rock and roll.
La agrupación que celebra su aniversario, durante los últimos meses vienen realizando una gira por el país y anoche en su primera vez en Viedma demostró su poderío de rock barrial con calidad de estudio.
Un sonido extremadamente prolijo y agradable fue protagonista de la noche, con clásicos como “La ilusión que me condena” y “El narigón del barranco” entre otros éxitos.
De esta manera, un puñado de fanáticos fue parte del esperado ritual rockero y agitaron como si fueran una multitud las más de dos horas de show copando el lugar con cantos y banderas.
Ya entrada la madrugada y cuando parecía que había terminado la banda regreso al escenario y culminó la noche con el clásico Sacrificio y Rock´n´roll completando un recital impecable y con la promesa de un pronto regreso a los escenarios viedmenses. El evento estuvo organizado por Calavera Producciones.