El vicegobernador Pedro Pesatti participó el jueves de la presentación una nueva autobomba que se incorpora al Servicio de Salvamento y Extinción de Incendios (SSEI) del Aeropuerto Internacional “Gobernador Edgardo Castello” de Viedma.
Esta incorporación permite al servicio SSEI aumentar a la categoría número 6, lo que habilita prestar servicios a aeronaves de gran porte – de acuerdo a las normas internacionales de aviación civil- como los Boeing 737-700 o Embraer E 190.
Demanda
Pesatti explicó que “es una demanda de hace mucho tiempo que tenía el aeropuerto que impedía que aterrizaran en Viedma aviones de porte importante como el caso del boeing 737, uno de los aviones que más utilizan las empresas aéreas en este momento. Al no contar con este tipo de autobomba, el aeropuerto no clasificaba como para que ese tipo de aeronave aterrizara en la capital provincial”.
“Suponemos que con esta autobomba vamos a tener más posibilidades de obtener nuevas frecuencias, nuevas líneas, incluso nuevas empresas que quieran operar en el aeropuerto Gobernador Castello. Por lo tanto es una buena noticia que hoy podamos incorporar al aeropuerto de la capital de la provincia una infraestuctura que le estaba faltando, para poder recibir aviones de un determinado porte comercial y que por las características de las distancias y demás es el que más se adapta para venir a un aeropuerto como el que tenemos en Viedma”, indicó.
“En consecuencia, presumimos que a partir de esta incorporación que hizo la ANAC con esta autobomba que cumple con los requisitos, podemos de tener más posibilidades de que Aerolíneas Argentinas mejore su presencia en la capital provincial, o que otras empresas puedan operar en este aeropuerto”, agregó.
Finalmente, el vice valoró como “una buena noticia desde el punto de vista de lo que significa como eslabón fundamental en cualquier búsqueda de mejorar la frecuencia aeroportuaria aquí en la capital de Río Negro”.
La nueva unidad, marca Kronenburg, cuenta con tracción integral en sus 4 ruedas, capacidad para 5600 litros de agua, 700 litros de espuma y 150 kilos de polvo químico y la particularidad de poder arrojar sus fluidos extintores en movimiento. Esta autobomba pasó por una restauración integral en su fábrica de Holanda que consistió en el restablecimiento a nuevo en dos sectores vitales: la unidad tractora o sistema de motorización y la unidad extintora o sistemas de extinción. En la unidad tractora, se reacondicionó motor, cabina y sistemas de mando, rodamientos y sistema de tracción; mientras que en la unidad extintora se reacondicionaron sistemas de bombas de agua, conductos, monitores y tanques de almacenaje de agentes extintores.