Bahía Blanca. Con las declaraciones de los dos efectivos policiales, quienes negaron los cargos por apremios ilegales, vejaciones y torturas por las que están siendo juzgados, terminó la etapa testimonial y hoy será el turno de los alegatos, en el marco del séptimo juicio por jurados que se desarrolla en el Palacio de Tribunales.
Según informó La Nueva, las imputaciones recaen sobre el subinspector Juan Pablo Bray (31 años) y el subayudante Javier Maximiliano Paredes (33), quienes presuntamente amenazaron y torturaron a Aron Elías Naón García (21), hace poco de dos años en la comisaría de Carmen de Patagones.
“Básicamente, las declaraciones de ambos fueron totalmente concordantes con las realizadas en la IPP (Instrucción Previa Preparatoria), negando absolutamente las imputaciones y asegurando no haber cometido algún tipo de acto de violencia”, comentó el abogado Marcelo Manuel Maza, quien junto a su colega Francisco Favrat, representan legalmente a los procesados.
El letrado anticipó que solicitarán la absolución de Bray y Paredes en los hechos que se les indilgan, además de afirmar que esa petición será apoyada también con el resultado de una pericia realizada a una claraboya, la que demostraría que no estaba en condiciones de contener agua, y que había sido señalada por la acusación como un elemento utilizado para realizar los supuestos actos de tortura.
Según aseguró el abogado, Bray y Paredes “se declararon ajenos a los hechos y sus dichos fueron concordantes con los testimonios realizadas por los efectivos y el médico”.
La jornada de la víspera, comenzó a las 9.30 y se prolongó hasta las 14, con testimonios ofrecidos por la defensa.
A sus turno, comparecieron el comisario Luján Avondet, a cargo de la comisaría de Carmen de Patagones al momento del hecho, como así también los efectivos Rocío Andrada, Miguel Montesino, Mónica Morales, Cintia Pisciotto, Alberto Ríos y Eliana Troncoso.
Esa serie de testimonios también contuvo el brindado por el médico Milani, quien “reconoció el certificado médico que había firmado en esa oportunidad y en el que se dejó constancia que (García) no se advirtiera alguna lesión”.
Para la defensa, ese testimonio resultó importante “porque no es un médico dependiente de la comisaría y no tiene ninguna vinculación con la policía. Simplemente se hallaba en el hospital al que fue llevado (García), ya que no había médico forense en ese momen