En una entrevista radial el presidente del bloque de legisladores de Juntos Somos Río Negro, Facundo López, se mostró furioso porque no di mi aval al modelo de endeudamiento contínuo del oficialismo en la última sesión; además, intentó censurar la expresión de mis ideas al calificarme como «un guapo de Facebook, pero que en el recinto hace silencio».
Me alegra confirmar que me encuentro en las antípodas de la visión que López tiene sobre la práctica legislativa y el ejercicio político: para mi no se trata de un duelo entre «guapos» para demostrar quién es el macho alfa. Esa perspectiva binaria, machirula y anacrónica es propia de aquellos que se manejan por la vida con aires de patrón.
Por el contrario, soy un simple trabajador pero que tiene ideas y convicciones bien claras. Por lo tanto las rabietas o el temperamento imperativo de López me tienen sin cuidado. Yo respondo a un interés que considero superador: la búsqueda de Justicia Social y el mandato popular de los votos.
Está claro que López, acostumbrado a vomitar chicanas sin control en el parlamento y a no recibir respuestas, en realidad evidenció el sesgo autoritario que caracteriza el accionar del oficialismo en la Legislatura. Por eso no soporta una voz disidente. ¿Hace falta recordar que el supuesto consenso que logró JSRN para el Plan Castello se construyó persiguiendo y encarcelando trabajadores?
Además, durante los más de 50 días en los que López y JSRN decidieron congelar la Legislatura, presenté 5 proyectos de Ley, 3 pedidos de informes y la apertura de la Comisión de Seguimiento del Banco Patagonia.Y cuando descongelaron el parlamento presenté otros 8 pedidos de informe, participé en 4 proyectos de Ley en lo que soy coautor y un proyecto de comunicación. Y en estos días estamos trabajando en la elaboración de otros 5 nuevos proyectos de Ley.
En ese sentido, los rionegrinos y las rionegrinas han sido testigos que siempre expresé lo que mis convicciones indican: en mi partido, en mi sindicato, en la calle y en el parlamento. Está claro que voluntad de trabajo y de expresión no me faltan.
Es vital entender que muchos dirigentes tienen como principal y/o único capital el discurso. Algunos otros, como contrapartida, basamos nuestro desempeño político en la representación y en el trabajo territorial.
La verdad es que lo que enfurece a López y a todo JSRN es que existan voces que expresen ideas, voces que demos testimonio de un modelo alternativo al endeudamiento permanente que plantea el oficialismo, un modelo para hacer más grande, más soberana y más integrada a nuestra provincia. La mala noticia para López y para JSRN es que no vamos a claudicar en esa voluntad de comunicarnos con los rionegrinos y rionegrinas. Le pese a quien le pese.