“La impericia de Aguas Rionegrinas no deja de sorprender», dijo Nora Aurora Cader, Defensora del Pueblo del Municipio de Viedma, en referencia a los arreglos que realizó el personal de esa empresa y ante los constantes reclamos de los usuarios de los barrios FONAVI de la capital provincial.
A pocas semanas de la elaboración de un detallado informe que evidenció las deficiencias de los servicios de agua y cloacas en los barrios Guido y 152 Viviendas y la falta de respuestas de ARSA, la Defensora volvió a apuntar a la empresa provincial de aguas por la mala calidad de sus prestaciones y la falta de atención a los reclamos de los usuarios, especialmente en los barrios FONAVI.
Indicó que “se detectó que la empresa hace figurar como solucionado a un porcentaje importante de los reclamos, aunque en la práctica esto no es así” y adelantó que analiza presentarse ante la Justicia provincial, “por la afectación que este tipo de situaciones generan en el ambiente y en la calidad de vida de todos los viedmenses”.
Explicó, tras una nueva recorrida por ese sector, que «nos hemos encontrado con vecinas y vecinos que recurren a la Defensoría porque la empresa no responde a sus reclamos, muchos de los cuales son de larga data” y precisó que “en los pocos casos en que si lo hace, la respuesta de la empresa es con reparaciones que no están a la altura de las circunstancias, son improvisadas, con materiales tan básicos como un pedazo de goma o alambre, que en la práctica no sirven, pues no solucionan nada o profundizan el problema».
Aseveró que «es increíble la pasividad de la empresa ante los reclamos de los usuarios, se está afectando negativamente la calidad de vida de las y los viedmenses, derrochando recursos valiosos y contaminando el medio ambiente» y criticó el descargo mediático que hizo la empresa días atrás, argumentando que la responsabilidad de reparar estos desperfectos en las redes de agua y cloacas es de los consorcios de los barrios FONAVI.
Reafirmó, además que «pretender deslindar su responsabilidad sobre una figura que en la práctica no existe, es buscar una excusa para justificar su propia inoperancia” y alertó que “deja a plena vista el nefasto accionar de la empresa y al Departamento Provincial de Aguas como un ente regulador y contralor de cartón pintado».
En esa misma sintonía, la Defensoría del Pueblo explicó que Cader, junto a Sergio Testore, presidente de la Junta Vecinal del barrio Guido, recorrieron diferentes sectores del complejo habitacional “donde ya forman un paisaje habitual las lagunas que se forman por los desbordes de líquidos cloacales e importantes pérdidas de agua potable”.
Y precisó que la Defensora junto a integrantes de su equipo tomaron contacto directo con diferentes vecinos que desde hace meses e incluso años vienen presentando sus reclamos a la empresa, sin que esta les brinde una solución definitiva.
En referencia a la recorrida, Cader sostuvo que “pudieron comprobar nuevamente el precario accionar de la empresa, que en algunos sectores realizó pozos para dar con las cañerías dañadas y las parchó con gomas y alambre, sin volver a tapar las excavaciones. En varios de esos sectores las cañerías volvieron a romperse y pueden observarse cuantiosas pérdidas de agua durante las 24 horas”.
En otro caso puntual, denunció que “el accionar de la empresa roza lo absurdo, ya que en vez de resolver una pérdida de agua de un caño principal, ordenó a sus operarios que la canalicen para que fluya por los desagües pluviales. De esta forma miles y miles de litros de agua potable se despilfarran diariamente, mientras en época estival se incrementan los cortes en el suministro de agua en el barrio o los problemas de presión de los que la propia empresa se excusa aludiendo a la existencia de un consumo desmedido».
Afirmó que también se registró el caso de una familia que ante la falta de respuestas de ARSA decidió contratar a un profesional para subsanar con sus propios medios los inconvenientes que le generaban en su vivienda las pérdidas de la red de agua potable. “Llegando incluso a comprar los materiales para que los operarios de ARSA pudieran realizar otras reparaciones en sectores aledaños, pero que finalmente nunca se presentaron a realizarlas”.
Cader puntualizó que junto a sus colaboradoras recorrieron diferentes módulos donde se presentan problemas similares, entre ellos los de las escaleras 30, 35, 40, 41 y 42 y precisó que “allí varios vecinos señalaron que formalizaron sus reclamos ante la empresa, pero que no sólo no recibieron respuestas, sino que a los pocos días estos figuraban como resueltos, aunque en la práctica la situación seguía igual o peor”.
Afirmó que también dialogó con vecinos de la Escalera 30, “uno de los sectores que cuenta con suministro prácticamente a cuenta gotas y a diario deben enfrentar las dificultades de la vida cotidiana sin contar con el servicio”.
Y remarcó que en esa situación, “se encuentra Teresa, una mujer que vive en un tercer piso de ese sector, paciente oncológica, que reside con sus dos hijos mayores con distintas patologías, por lo que está situación sólo le trae mayores complicaciones” y subrayó que Teresa narró que “es increíble que veamos cómo se desperdician enormes cantidades de agua por las cañerías rotas, mientras nosotros tenemos que estar juntando agua en botellas y a veces no tenemos ni una gota. Hace al menos tres años que venimos con estos problemas y la empresa no nos da ninguna solución».