Legisladores Peronistas de Río Negro denunciamos el impacto destructivo de la Ley Bases, aprobada bajo un manto de corrupción, compra de votos y oscuros procedimientos que recuerdan a la tristemente emblemática Ley Banelco de la época de De la Rúa.
Advertimos oportunamente que votar esta ley sería un golpe mortal para nuestra provincia y rechazamos la adhesión a uno de sus peores capítulos, RIGI.
Hoy, los hechos lo confirman: Río Negro no recibió un solo beneficio, sino despojo y devastación.
1. Paralización de la obra pública: la emblemática rotonda de Choele Choel, prometida como moneda de cambio para obtener votos, ni siquiera será terminada. No sólo se cancelaron grandes proyectos, sino que ni la finalización de una simple rotonda se cumplió.
2. Tarifazos impagables: la eliminación de tarifas diferenciales y la desregulación del mercado energético provocaron aumentos descomunales en los servicios de luz y gas, afectando a familias, pequeños productores y PYMES.
3. El impuestazo a las familias, comercios e industrias rionegrinas: la Ley Bases cargó con mayores impuestos a quienes producen y trabajan, golpeando especialmente al pulmón productivo de nuestra provincia. Las economías vinculadas a la producción y el trabajo rionegrino sufrieron un ajuste impositivo brutal, mientras se eximió de tributos a grandes corporaciones, al sector financiero y a las producciones extranjeras.
4. Eliminación de los subsidios al transporte público: miles de rionegrinos se vieron afectados por la suba de pasajes, en una provincia donde el transporte es esencial por las grandes distancias entre localidades.
5. Eliminación de medicamentos gratuitos del PAMI: los adultos mayores perdieron el acceso a tratamientos básicos y medicamentos esenciales, aumentando el gasto de bolsillo y deteriorando la salud de los sectores más vulnerables.
6. Desfinanciamiento de la provincia y los municipios: Río Negro sufrió recortes brutales en las transferencias federales, afectando los servicios municipales, obras sociales y programas educativos y de desarrollo.
7. Centralismo y ruptura del federalismo: la concentración de recursos y decisiones en el gobierno nacional dejó a las provincias sin herramientas para defender su autonomía y desarrollar políticas locales, profundizando las desigualdades.
8. Desindustrialización y extranjerización: la apertura indiscriminada al comercio exterior favoreció a grandes corporaciones extranjeras en detrimento de las economías regionales, afectando al comercio y la industria rionegrina.
9. Destrucción del turismo local: las políticas económicas del gobierno de Milei promovieron más el turismo en el exterior, haciéndolo más competitivo y accesible que el turismo interno. Esto perjudica gravemente a la industria sin chimenea de nuestro país y especialmente de Río Negro, que ya enfrenta una temporada crítica, con caídas significativas en el nivel de ocupación y actividad turística.
10. Caída del consumo y del salario real: la inflación descontrolada, sumada al aumento de tarifas e impuestos, generó una pérdida de poder adquisitivo inédita, afectando el consumo interno y destruyendo la economía provincial.
Rio Negro necesita políticas que alivien la situación que sufren los rionegrinos, y que le pongan un freno a Milei y su modelo de ajuste brutal, desregulación y apertura indiscriminada. No hay proyecto provincial sin un proyecto de desarrollo nacional.
Advertimos, la oportunidad histórica que se le presenta a Rio Negro porque como afirma el oficialismo “el mundo demanda lo que producimos”, puede terminar en una provincia más injusta, con economías de enclave aisladas, y con un Estado provincial incapaz de brindar educación, salud, justicia y seguridad de calidad, si seguimos las ideas libertarias.
Desde nuestros roles vamos a seguir trabajando para construir con todos los sectores de nuestra sociedad una agenda legislativa sobre los problemas que sufren los rionegrinos, el acceso a la salud pública, el precio de los servicios, la calidad de la educación, las dificultades para acceder a la tierra y a la vivienda, la falta de trabajo, las políticas destinadas a las infancias y adolescencias, la importancia de los sectores de la economía social y solidaria, los nuevos desafíos de la educación pública.
No podemos seguir discutiendo la agenda que propone Milei (ficha limpia, esencialidad educativa, blanqueo, silencio administrativo, etc) para eludir los problemas económicos y sociales que sus políticas económicas generan, sin aportar ninguna solución a los problemas concretos de nuestros vecinos y vecinas.
Llamamos a construir en unidad una nueva expectativa para los rionegrinos. Dejemos de lado los personalismos y estemos a la altura de los tiempos históricos, abriendo el corazón, los brazos y el diálogo. Todos los que estemos en la vereda opuesta de Javier Milei debemos construir en unidad una alternativa para nuestra provincia y para nuestro país.