El Presidente Mauricio Macri anunció en Bariloche que “no había plata para el desarrollo del INVAP” poniendo en duda en consecuencia la continuidad de los proyectos en marcha y de los futuros, del pago de gastos de funcionamiento y salarios y sobre todo de la fuente de trabajo de los casi 1.500 empleados “calificados en su mayoría” que prestan servicio en esta empresa, de capital mixto pero de corazón absolutamente rionegrino.
Como ya nos tiene acostumbrados, direcciona el ajuste sin criterio alguno, no le importa el desarrollo científico ni herir de muerte a la única empresa tecnológica de exportación que tenemos los argentinos. La formación profesional y el esfuerzo constante por progresar de los trabajadores de INVAP tampoco parecen ser prioridad para el Presidente.
Mientras defiende a capa y espada los intereses de sus amigos del campo prometiéndoles no modificar el sistema actual de retenciones, se para intespestivamente frente a los micrófonos en el mismísimo Bariloche, dice ser “fanático” del INVAP, apoyar la venta de sus productos de última generación al exterior pero no obstante lo deja a la deriva, sin financiamiento, sin pagarle al Instituto lo que el Estado Nacional le debe y sin compromiso de apoyo financiero futuro.
En el mundo entero reconocen la importancia de nuestro INVAP, su desarrollo y búsqueda permanente de perfeccionamiento sobre todo en la creación de satélites, reactores de investigación, equipos para medición nuclear y antenas de vigilancia, de uso local y para exportación a países limítrofes y del primer mundo.
Hace sólo dos años el Presidente decía públicamente que “felicitaba a las autoridades y trabajadores del INVAP, comprometiéndose a apoyarlos y lograr juntos que Argentina sea parte del mundo “.
Hoy lo que está haciendo es darle a nuestros científicos su Pasaporte para que vayan a aplicar sus conocimientos, sus técnicas y lo mucho que han aprendido en estos años a otros países, donde seguramente (porque ésto ya pasó antes) los esperarán con los brazos abiertos.
Solamente espero que reflexione, que olvide el exabrupto, le pida disculpas a los trabajadores rionegrinos por generarles incertidumbre en su futuro laboral y también espero que nuestros representantes rionegrinos se expresen enérgicamente contra éste dislate.