El líder cegetista y dirigente de la UOCRA de la Zona Atlántica rionegrina denunció explotación laboral de los trabajadores constructores. “Hay una gran informalidad en el sector, hay trabajadores que están cobrando 10 mil pesos diarios por hasta diez horas de trabajo”, señaló.
En diálogo con la prensa, el Secretario General de la UOCRA Seccional Viedma Zona Atlántica de Río Negro y referente máximo de la CGT Regional, Damián Miler, destacó que “la industria de la construcción ha tenido una de las caídas más importantes en relación a otras actividades, originada por la paralización de la obra pública por decisión del gobierno nacional y la desaceleración en la construcción de obras privadas. Esto ha generado la pérdida de más de cien mil puestos de trabajo en todo el país con consecuencias en el trabajo formal y el crecimiento de la informalidad y la precarización laboral en nuestro sector”.
Consideró que “en el transcurso de estos días y hasta los primeros meses del año próximo va a ser muy complicada la situación para los trabajadores constructores, teniendo en cuenta que el gobierno nacional decidió la paralización de la obra pública y eso no solamente generó la pérdida de puestos de trabajo sino una gran informalidad en el sector”.
Señaló el líder sindical que “podemos hablar hasta de explotación laboral de los trabajadores constructores, ya que las obras particulares o emprendimientos privados, como lo son la construcción de departamentos para alquilar o vender, o construcción de locales comerciales, hoy están pagando miserias a los trabajadores y me arriesgo a decir, por casos concretos que hemos atendido, de trabajadores que están cobrando por debajo de los diez mil pesos diarios, por ocho a diez horas de trabajo. Una situación muy pero muy desagradable la que está viviendo el trabajador constructor en la región”.
Destacó asimismo que en esta capital “se paralizó la obra privada, sobre todo la construcción de edificios. Hay uno sólo con muy poca inversión, o sea que va a un ritmo lento, y después hay obras de no tanta magnitud, pero sí privados que construyen seis, ocho o diez departamentos que no ha parado nunca, lo que provocó la pérdida del trabajo formal”.
“Al sobrar la mano de obra, hay gente que se aprovecha… esta es la real situación y es lo que más nos preocupa porque hacen caso omiso a las inspecciones que hace la Secretaría de Trabajo, los empleadores no se presentan a las audiencias, la verdad que es una situación muy complicada”, puntualizó el líder de la UOCRA.
Recalcó además que “el último registro trabajadores formales en Viedma decreció notablemente producto, en principio de la paralización de la obra pública y, en segundo lugar, por la desaceleración de la obra privada, lo que nos lleva a contabilizar la pérdida de más de 600 puestos de trabajo sólo en Viedma, más de 1500 en toda la zona Atlántica. Podemos hablar que estamos a niveles de desocupación similares al año 2001, y ahora se ha quitado hasta la asistencia, tenemos muy poca asistencia a trabajadores desocupados, los mismos compañeros están colaborando para hacer al menos una comida semanal y repartir a los trabajadores que vienen a buscar una vianda al gremio, y esa es la única forma que tenemos de contribuir, al caer el empleo se generan situaciones muy tristes”.