El intendente de Viedma, a través de su perfil en la red social Twitter, realizó una encendida defensa de las políticas ambientales de la ciudad en materia de tratamiento de residuos y la dignificación de las y los trabajadores recuperadores urbanos.
En su publicación Pesatti sostiene que «Viedma es la única ciudad de Río Negro y apenas una de las veinte en todo el país que no esconde la basura debajo de la alfombra», y detalló «La procesa, la separa, recicla los residuos con valor industrial y al resto los confina en domos herméticos en un relleno sanitario».
El jefe comunal viedmense recordó que el sistema «reduce a cero el impacto sobre el calentamiento global y la contaminación del ambiente», y explicó que esa tarea se lleva adelante «en un país que tiene 5.000 basurales a cielo abierto y miles de personas condenadas al trabajo de cirujeo, como en plena edad media».
Sobre la cantidad de personas vinculadas laboralmente al sistema, el intendente destacó el trabajo de «ochenta recuperadores y recuperadoras que desempeñan su tarea en condiciones laborales dignas».
«En Viedma no quemamos la basura ni tenemos personas viviendo de ella como es habitual en los basurales a cielo abierto», agregó.
En la continuidad de su hilo en Twitter, Pesatti pondera el compromiso de los viedmenses con las políticas ambientales, al recordar que lo logrado durante este tiempo fue con el esfuerzo económico de los contribuyentes, y destaca el valor diferencial con otras jurisdicciones, recordando que el sistema implementado hace tres años «demanda el doble de lo que invierte un municipio que quema la basura. Sin embargo no hemos recibido ninguna compensación por el esfuerzo».
«Argentina está obligada por tratados internacionales a bajar los gases de efecto invernadero», explica Pesatti y agrega: «Nosotros, en Viedma, contribuimos a ese objetivo. Pero hay 5.000 basurales a cielo abierto y municipios que aún miran para otro lado».
Entre otros conceptos, el intendente de la capital provincial concluye: «el reconocimiento que nosotros recibimos es casi irrelevante en función de lo que hacemos».