Un hombre que cumplía su condena en un penal de Valle Medio fue declarado culpable ayer por amenazar telefónicamente a su expareja. La mujer fue víctima de golpes y malos tratos y en un episodio de violencia anterior, él le escribió su nombre en el glúteo con un cuchillo de acero inoxidable. Entonces le dictaron la prisión preventiva, lo llevaron a juicio y lo enviaron a la cárcel.
Desde el penal, el imputado identificado como Aníbal Figueroa, se comunicó telefónicamente con la víctima y le advirtió que la iba a matar cuando agotara su condena y consiguiera la excarcelación. La mujer estaba acompañada por otra persona al momento del llamado y ese testimonio fue una prueba central en el juicio que se hizo la semana pasada en Cipolletti.
El Ministerio Público Fiscal acusó a Figueroa por el delito de amenazas en contexto de violencia de género y finalmente se probó su culpabilidad. El juez que condujo el proceso penal dio a conocer el veredicto de responsabilidad ayer al mediodía. Le impondrá una pena cuando concluya la segunda etapa del proceso, que es la parte de la cesura.
Penas
El delito de amenazas prevé penas que van desde los seis meses hasta los dos años y son excarcelables, sin embargo en este caso – como el imputado tiene antecedentes – la sentencia será de cumplimiento efectivo. En un momento judicial posterior se deberá unificar la nueva condena con la que ya está cumpliendo.
En la apertura del debate la fiscalía acusó a Figueroa por el hecho ocurrido el 16 de noviembre de 2019. Indicó que la víctima se encontraba en la Isla Jordán de Cipolletti acompañada de su prima y que en ese contexto recibió el llamado telefónico del imputado.
En ese momento el hombre se encontraba detenido en el penal de Pomona y disponía de teléfono celular. Durante el contacto él le recriminó a ella el hecho de haber recurrido a los medios de comunicación para visibilizar la situación de violencia que padecía, incluso con su agresor preso.
La fiscalía consideró que Figueroa “no entiende que se acabó su historia con la mujer y por eso continúa con su conducta de hostigamiento y amenazas. Esa historia se terminó de manera violenta y él fue condenado”, se sostuvo en la apertura del debate.
Con posterioridad al hecho, el hombre fue trasladado al penal de Viedma.