Este martes 23 de enero se celebra en nuestro país el Día Nacional del Músico en homenaje al natalicio de Luis Alberto “El Flaco” Spinetta, ícono del rock argentino. A los 74 años del nacimiento de este referente, la violinista Gabriela Iglesias y el músico Sandro “Samponia” Martínez lo homenajean con su versión de la canción “Barro tal vez”.
Esta fecha fue promovida por el Instituto Nacional de la Música (INAMU) con el objetivo de conmemorar la relevancia cultural de los músicos y músicas del territorio argentino.
“El Flaco” Spinetta formó parte de distintas bandas que hicieron historia en el rock nacional como Almendra, Pescado Rabioso, Invisible, Spinetta Jade y Spinetta y los Socios del Desierto. Fue autor de canciones icónicas como Rezo por vos; Muchacha ojos de papel; Todas las hojas son del viento o Seguir viviendo sin tu amor, entre otras.
En una producción impulsada por el Ministerio de Desarrollo Humano, Deporte y Cultura, Gabriela Iglesias y “Samponia” Martínez homenajean al Flaco Spinetta con una versión de violín eléctrico y charango de “Barro tal vez”.
Gabriela Iglesias, la música como un puente
Gabriela Iglesias tiene 34 años, es Profesora de Artes en Música, Profesora de Violin y es parte de la Orquesta Filarmónica de Río Negro desde sus inicios en 2014. En ese año también formó el grupo Nova Música junto a su hermana Rocío y luego se sumaron sus compañeros de la Filarmónica: Axel, Alejandro, Victoria e Isabel.
“Para mí la música es el 95% de mi vida, porque es tocar, es enseñar y siempre es un puente entre uno y sus sentimientos, y un puente entre uno, el público, tu familia y el que te escucha” sostiene Gabriela, y añade que “es una forma de expresión que no encuentro en otra cosa y es muy importante, muy única”.
Sobre la docencia cuenta: “Me gusta enseñar, enseñarle a los chicos y llevarlos por ese camino que yo también recorrí”.
Samponia Martínez: “Ser músico significa ser una persona con compromiso”
Sandro “Samponia” Martínez tiene 50 años, es Profesor de Música oriundo de San Antonio de los Cobres (Salta) y vive en Viedma desde hace 27 años. “Me dedico a la música desde muy joven, comencé a tocar a los 9 años cuando mi tío me enseñó a tocar el sikus y después aprendí a tocar la quena, el charango y otros instrumentos” cuenta Sandro.
Para él, la música ocupa un lugar fundamental en su vida, “está en todos los ámbitos de mi vida, es como un pan espiritual, algo que me hace vibrar y me permite conocer y comunicarme con otros, me permite ser esa persona que siempre quise ser” sostiene Samponia, y agrega “ser músico para mí significa ser una persona con compromiso, respeto y sobre todo con el deseo de transmitir lo que uno aprende y sabe con otros que están en el mismo camino”.
