“La más maravillosa música” sigue siendo la palabra del pueblo. Y una vez más, el pueblo no se equivocó al elegir paz y orden, sobre la soberbia y las ansias de venganza. El Frente para la Victoria de Río Negro, promotor de “la grieta”, impulsor del odio, desconocedor de trayectorias de compañeros, apropiador del sello del peronismo, consiguió lo que buscó: una derrota sin atenuantes. Sus socios ocasionales, solo sirvieron para hundirlos más en las preferencias de un electorado que entiende y no se deja engañar.
Martín Soria perdió sin excusas. Su soberbia lo cegó al punto de pensar que los rionegrinos iban a adherir a su cruzada judicializadora y vengadora, sin proyecto general y solo con ansia personal. Cometió el más grave error de un político: traicionar sus ideales, descartar a quienes saben y rodearse de aliados impresentables que lo acompañaron en la derrota.
Le decimos a los rionegrinos, que esto no era el peronismo, sino una copia falsa, resabio de una grieta que queremos cerrar.
Miguel Pichetto, sigue siendo la voz de la calma y la reflexión. En horas de gritos desaforados, fue el único que antepuso las ideas al avasallamiento de quien no tuvo ideas. El Peronismo Federal estuvo presente en esta elección, en cada voto emitido a favor del futuro y el crecimiento y contra el terror y la amenaza. La gente entendió que honestidad, trabajo y gestión siempre son más importantes que patoterismo, denuncia estéril y agresión.
Se terminó la mentira. Se terminaron los tibios. Se terminaron los improvisados. Se terminaron las alianzas imposibles. Se acabaron los malevos. Es la hora de los hombres con ideas, con ganas de unir y no de separar. Se terminó la grieta. Es hora que Rio Negro se ponga en pie. Es hora que el país gane de vuelta