La víctima, una mujer de 52 años, fue rescatada por los bomberos. El hecho sucedió el domingo pasado en el patio de su casa, en el partido bonaerense de San Isidro.
La mujer cayó en un pozo de más de diez metros de profundidad y cinco de diámetro, que se abrió repentinamente en el patio de su casa tras desarmar una pileta de lona en el partido de San Isidro, informaron fuentes de bomberos locales. El hecho ocurrió el domingo 26 de febrero por la tarde. La noticia recorrió el país y ocupó varios días en los principales medios nacionales.
Salvando las distancias, a cuantos les pasa como a la mujer, que está todo bien y repentinamente se derrumba el lugar o la posición en la que se encontraron por mucho tiempo.
Tenías un buen empleo o trabajo y de la noche a la mañana te avisan que van a prescindir de vos. O una Pyme, que no se pudo sostener en el tiempo y todos los sueños y esfuerzos dedicados se derrumbaron cayéndose en el pozo.
Otro ejemplo claro es el de aquellos matrimonios de tantos años en el que todo parece marchar sobre ruedas, y de repente nos enteremos que todo está mal primero, se separan, para finalmente divorciarse. Todos los años de construir cosas juntos, no solo las cosas materiales sino también espirituales y sentimentales, se derrumbaron y fueron a parar a un profundo pozo.
Seguro conocemos a más de uno son protagonistas de este tipo de historias, a las que lamentablemente podríamos titularlas de cotidianas.
Cuando ves la pileta, al igual que la vecina de la noticia, parecería estar todo perfecto; se ve el agua, uno la utiliza para refrescarse y por supuesto la disfruta. El tema es que nunca la pobre mujer se imaginó que se derrumbaría, y mucho menos en el patio de su casa, el lugar más seguro para ella y su familia.
La Biblia nos relata la historia de dos construcciones que se hicieron en el mismo contexto-una fuerte tormenta de viento y lluvia-. La diferencia entre una y otra, fue el lugar utilizado para la edificación de esas casas: Una se construyó sobre la arena y otra sobre piso firme, “roca”, detallan las Escrituras. El resultado final fue el más previsible; la casa edificada sobre la arena se derrumbó, en cambio la otra permaneció ante la tormenta.
Entre otras enseñanzas, esta historia nos habla de la necesidad de construir nuestra vida, familia y sueños, sobre Jesucristo. Que nuestra fe esta puesta como dice el libro de Hebreos- La Biblia- en el “Autor y Consumador de la Fe”, solo así podremos estar firmes cuando lo que está a nuestro alrededor parezca derrumbarse o desmoronarse, que a veces es mucho más que una pileta. ¡Dios Te bendiga!
Pastor Aldo Pier
aldopierpr@hotmail.com
Face: Aldo Daniel Pier