Claudio Kielmasz no tendrá el permiso de salidas transitorias

Se trata del condenado por el denominado «Primer Triple Crimen de Cipolletti». El juez Juan Pablo Chirinos consideró que Kielmasz debe «trabajar para sobreponerse al impacto del daño causado y sentir empatía con el sufrimiento del otro».

 

El juez de Ejecución Penal de General Roca, Juan Pablo Chirinos, denegó las salidas transitorias a Claudio Kielmasz, condenado por el Triple Crimen de Cipolletti, y ordenó que se «ajuste el programa tratamental» que está recibiendo en la Colonia Penal Federal N° 4 de Santa Rosa, La Pampa.

La sentencia fue dictada el 17 de mayo, tras una nueva solicitud del interno de ser incorporado al beneficio. En abril de 2013 y marzo de 2014, hubo otros pedidos, también denegados. En aquel entonces, el juez argumentó que «el Sr. Kielmasz no puede empatizar con otras personas» y que ello obstaculiza su «respeto a los derechos de terceros».

En el nuevo planteo Chirinos destacó los avances que hasta julio de 2015 había alcanzado el interno gracias al buen vínculo tratamental afianzado con una Licenciada en Psicología de la Unidad Federal de Río Gallegos donde se encontraba alojado.

En esas circunstancias Kielmasz fue trasladado primero a la Unidad Federal 12 de Viedma y luego a la Unidad 4 de Santa Rosa. Además, resultó procesado por el presunto delito de amenazas contra una docente del Penal de Río Gallegos y denunció penalmente a su nueva profesional tratante.

En su consideración final el juez indicó: «Creo que el interno debe (…) trabajar para ‘fortalecer sus recursos personales para enfrentar los hechos, sobreponerse al impacto del daño causado, sentir empatía y solidaridad con el sufrimiento de otro, fortalecerse para el futuro y descubrir un nuevo sentido a su vida, mientras esté cumpliendo condena y tras su egreso’.

Kielmasz cumple una condena de prisión perpetua por el triple crimen ocurrido en Cipolletti en 1997, del cual resultaron víctimas las jóvenes María Emilia y Paula González y Verónica Villar. Fue declarado «coautor de secuestro agravado y reagravado seguido de muerte» y condenado en julio de 2001, aunque está detenido desde fines de diciembre de 1997.

Sin embargo, hubo un retroceso evidenciado luego de que se le asignara una nueva psicóloga.»No supieron, no quisieron o no pudieron entablar un vínculo tratamental lo suficientemente sano como para lograr la continuidad del tratamiento», concluyó el juez, afirmando que ese «quiebre» derivó en «una seguidilla de sanciones» que redujo las calificaciones y que llevó a que el Servicio Penitenciario revocara su anterior dictamen favorable.

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