La concejala Vanessa Cacho Devincenzi expresó su sorpresa por las críticas y réplicas que desde el ámbito gubernamental surgieron a su proyecto de comunicación requiriendo que la cartera de Salud y el IPROSS realicen la firma de los convenios de prestaciones con el Servicio de Hemodinamia del Sanatorio Austral de Viedma, de manera que no se sigan produciendo derivaciones a centros privados del Alto Valle para la atención de prácticas relativas a afecciones cardíacas y cerebrovasculares.
Puntualmente, el titular del IPROSS, Alejandro Marenco, señaló que no había retrasos arbitrarios en los convenios con el Servicio de Hemodinamia y que antes de demandar como concejala sobre este tema debería haberse comunicado telefónicamente con el funcionario.
En primer lugar hay que señalar que los proyectos sean de comunicación, pedidos de informes, declaración u ordenanza, son las vías institucionales y legítimas que tiene una concejala como representante electa por la ciudad para canalizar demandas y buscar soluciones, con lo cual no tiene que pedir permiso a un funcionario para ejercer su rol.
Por otra parte, Cacho Devincenzi antes de impulsar su proyecto recorrió la sala del Servicio de Hemodinamia, se interiorizó respecto a las prestaciones, la relación actual con la cartera de Salud y el IPROSS y la importancia para Viedma de contar con este centro de alta tecnología de manera de evitar derivaciones a otros centros similares privados de la provincia, concretamente en la ciudad de Cipolletti. Recordó además que su sector político hace dos años reclamó públicamente que se necesitaba en Viedma una Sala de Hemodinamia para cirugías cardíacas, por la sencilla razón que “en Viedma, una ciudad capital, si te infartás podes morir”. Se indicó en aquella oportunidad que no había ni en lo público ni en lo privado una sala o centro de este tipo, lo que quedó en evidencia con la urgencia que vivió el mismísimo ministro de Salud, Fabián Zgaib, quién sufrió un pre-infarto en Viedma, y salvó su vida porque estaba a mano el avión ambulancia para trasladarlo a Cipolletti.
Sector público
La concejala explicó que en ningún momento habló de animosidad del sector público de salud con respecto al privado, sino que simplemente reclamó por los hechos puntuales, no desmentidos por Marenco, de falta de formalización de los convenios de prestaciones con el Servicio de Hemodinamia del Sanatorio Austral de Viedma y que patologías que podían atenderse en esta capital estaban siendo derivadas a otro centro de las mismas características, privado también, con sede en Cipolletti.
Indicó que en buena hora que su proyecto haya generado la reacción de las autoridades para revertir estas situaciones que no implican, como se trató de sugerir intencionadamente, de defender a las corporaciones privadas, en este caso de Viedma, sobre las públicas, ni otros intereses subalternos, sino simplemente que unas prestaciones que no realiza el sector público sino el privado para pacientes de Viedma o la Zona Atlántica se hagan en un Servicio que está funcionando en esta capital, y no que se deriven a otro de las mismas características en el Alto Valle. “Y esto no tiene sólo que ver con la defensa de un Servicio en Viedma por sobre otro instalado en otra región, sino porque las derivaciones generan, por el tiempo de traslado, un riesgo de vida para las y los pacientes, y pagos más onerosos por parte de la provincia”, afirmó.
Finalmente expresó su satisfacción porque antes que su proyecto de comunicación sea tratado por el Concejo Deliberante para ser remitido a las autoridades, haya habido una respuesta pública favorable y prontamente, según anticipan, se firmen los convenios con el Servicio de Hemodinamia en Viedma y se terminen las derivaciones al Alto Valle que pueden tratarse acá en la capital.