El radicalismo rionegrino acaba de perder un querido amigo. Se nos fue Daniel Davaux, uno de los fundadores del movimiento Renovación y Cambio en Viedma, uno de esos que soñaron el sueño de un mejor País para todos y de la mano de Raúl Alfonsín, desafiaron el último tramo de la dictadura. *Por el Leg. Darío Berardi
Daniel fue un hombre más. Aunque fue presidente del Comité local, fue uno de tantos. Uno que no buscaba protagonismo, uno que no quería sobresalir, uno de esos que deciden sumar su sangre, su energía, su corazón sin ser tapa de diarios y allí estaba, siempre.
Muchos podrán recordarlo, sonriendo debajo de su eterno bigote, siempre dispuesto, como un abrazo afectuoso que llega justo cuando es necesario.
Se fue Daniel, tan radical, tan sencillo, tan digno. Se fue con una boina blanca que no le impidió percibir los nuevos vientos pero que le recordó en todo momento, porqué era radical.
El radicalismo de Viedma entristecido pierde una piedra basal, pierde un testigo de sueños, logros, peleas, fracasos, pierde a un hombre que, finalmente, fue la mejor síntesis de lo que somos, la parte de un todo al servicio de una causa que tiene por protagonistas a los hombres y mujeres, jóvenes y viejos, sanos, enfermos, de cualquier rezo, de todas las procedencias; eso somos los radicales, eso fue Jorge Daniel Devaux a quien recordaremos siempre como uno de tantos, uno de los mejores.