En el marco de la sesión mixta de la Legislatura, con el acompañamiento pleno del bloque del Frente de Todos, Juan Pablo Barreno solicitó el tratamiento sobre tablas del proyecto de Ley de protección de los trabajadores.
No obstante, «nuevamente el oficialismo impidió el tratamiento sin más argumento que la mayoría que posee, como queda claro en el video. El autoritarismo in crescendo del oficialismo es directamente proporcional con la crisis estructural en la que está sumida nuestra provincia».
En este orden, el legislador afirmó: «Los tratamientos sobre tablas están reservados para proyectos que abordan situaciones urgentes. Según el oficialismo, la crisis humanitaria que jaquea el bienestar de los trabajadores y las trabajadoras de nuestra provincia no amerita tratar un proyecto que busca establecer garantías jurídicas para los trabajadores».
Y añadió que «como dirigente peronista de extracción sindical, comprometido de manera innegociable con el bienestar de los trabajadores y trabajadoras de nuestra provincia, entiendo que impedir el tratamiento de un proyecto de esta naturaleza expresa un temperamento claramente antiobrero, porque los trabajadores necesitan garantías en una circunstancia excepcional como la que atravesamos».
Garantías
Según consideró el legislador, «esas garantías sólo pueden provenir de las leyes, las certezas que demandan los trabajadores solo pueden provenir del entramado jurídico que construya esta legislatura. y renunciar a esa obligación, a ese mandato, confirma la ausencia de voluntad política del oficialismo para avanzar en el sentido que impone este momento histórico: la defensa irrestricta de los trabajadores.
En un momento histórico como este, definido por la incertidumbre y la volatilidad, dejar librada la seguridad jurídica de los trabajadores y las trabajadoras en manos de la buena voluntad política del Gobierno provincial, como pretende algún legislador, constituye un acto flagrante de desidia o negligencia.
Es responsabilidad ineludible del Estado ocupar la función de tutelar y proteger a los trabajadores. Y es responsabilidad ineludible del Gobierno provincial otorgarle ese carácter político al Estado. Hacer otra cosa, es dejar librado a los trabajadores a su suerte. O, lo que es peor, a merced de las lógicas de mercado.
El proyecto de protección del empleo que pedí se trate sobre tablas cuenta con el pleno respaldo de la CGT Zona Atlántica, la CTA de los trabajadores y ATE Bariloche de la CTA Autónoma.
Ese apoyo no es sólo para este proyecto en particular. Ese apoyo expresa una certeza del movimiento obrero que en esta crisis humanitaria global ha vuelto a ganar centralidad: es el Estado el único actor capaz de articular las diferentes demandas y necesidades de todos los sectores sociales, y gestionarlas en función de un equilibrio que ubique como prioridad el bienestar de los trabajadores por sobre el falso determinismo económico que los «mercados» han instalado.
Esta Legislatura está obligada a contener y encauzar las demandas de los trabajadores y las trabajadoras de Río Negro. Esta Legislatura no puede permanecer ajena a la situación que atraviesan aquellos que ponen en marcha esta provincia. Esta Legislatura debe dar respuesta política. No puede seguir escondiéndose detrás de los problemas.
Río Negro no es un Disney para los trabajadores, como sugiere algún legislador cuando enumera una serie de supuestos logros de este Gobierno en relación a los trabajadores.
La verdad es que hay mucho por hacer, mucho por corregir, mucho por mejorar para llegar a un piso de bienestar relativamente seguro y amplio para los trabajadores del Estado. Por ejemplo, es insostenible que los pase a planta permanente sean una suerte de pieza de extorsión política, porque siempre están sujeto a resultados electorales.
También es preciso recordar que en el período 2016-2019, en Río Negro se destruyeron 10.931 puestos de trabajo en el ámbito privado. Esta estimación se basa en datos del Sistema Integrado Previsional Argentino. No es un invento de Pablo Barreno.
Los trabajadores y las trabajadoras de Río Negro necesitan con urgencia respuestas políticas a sus necesidades y demandas. Estábamos ante una oportunidad de hacerlo discutiendo este proyecto. Negar esa posibilidad, insisto, subraya el carácter antiobrero y antipolítico del oficialismo».