Por unanimidad, el tribunal integrado por los jueces penales Marcelo Chironi, Guillermo Bustamante e Ignacio Gandolfi declaró la responsabilidad penal de Conrado Richard Joel González por un intento de homicidio, amenazas agravadas y daño. La víctima perdió el brazo a consecuencia del hecho.
Tras el veredicto de culpabilidad, la Fiscalía pidió la prisión preventiva en el penal y los magistrados aceptaron la solicitud, por lo que quedó detenido.
El juicio se desarrolló durante tres días en la ciudad de Viedma. Según la acusación presentada por la Fiscalía, el 22 de julio de 2024, en la localidad de San Javier, González se presentó en una vivienda ocupada por trabajadores temporarios. Increpó a uno de ellos por supuestos daños en su vehículo y luego se retiró. Minutos después, regresó con un arma de fuego tipo escopeta, golpeó el portón de ingreso, rompió ventanas y exigió que salieran quienes estaban en el interior. En ese contexto, disparó a corta distancia e impactó la región axilar de una de las víctimas.
El Ministerio Público Fiscal estuvo representado por Mariana Giammona y Francisco Marano. La defensa fue ejercida por Graciela Carriqueo y Belén Blanchet.
La acusación resaltó el carácter letal del arma utilizada, la dirección del disparo hacia una zona vital del cuerpo, el riesgo de muerte inminente y las consecuencias irreversibles que sufrió la víctima: múltiples intervenciones quirúrgicas, amputación de un brazo y secuelas permanentes, tanto físicas como psicológicas. Según la pericia forense, solo la atención médica inmediata evitó el fallecimiento del hombre.
La Oficina Judicial deberá fijar la fecha del juicio de cesura para imponer la pena.