Nuevo equipamiento y Registro de Recolección de Datos para las autopsias

El Cuerpo de Investigación Forense (CIF) incorporó un revelador digital de radiografías a su equipamiento en la morgue judicial de Roca y una lámpara para cirugías a la morgue judicial de Viedma.

El proceso de mejoras en el CIF es parte de los proyectos que se desarrollan a través del área de Planificación Estartégica del Superior Tribunal de Justicia, que en 2021 puso en marcha un total de 15 iniciativas de mejoras, reorganización, capacitación y buenas prácticas surgidas de los y las profesionales forenses.

Una de esas líneas de trabajo se enfoca especialmente en la labor de los médicos forenses encargados de realizar las autopsias.

Por eso en la morgue de Roca se instaló esta semana un revelador digital de rayos, que reemplazó al equipo de revelado químico que se utilizaba hasta ahora.

En tanto que en la morgue judicial de Viedma se sumó una lámpara de quirófano que permitirá mejorar las condiciones para las operaciones de autopsia.

Según explicó el médico forense de Roca y Subdirector del CIF, Ariel Bustos Díaz, el revelador digital de radiografías importa múltiples beneficios para el área. Explicó que las radiografías son fundamentales en las autopsias para detectar proyectiles y para hallar lesiones no visibles en cadáveres que se encuentran en mal estado de conservación. Además, los protocolos de trabajo las exigen en todas las investigaciones de muertes de menores de edad, personas privadas de la libertad y otras poblaciones especialmente vulnerables.

En la morgue judicial de Roca se realizan varias decenas de autopsias al año, correspondientes a investigaciones de muertes ocurridas en todas las localidades de la Segunda y de la Cuarta Circunscripción.

El viejo equipo de rayos utilizaba insumos químicos -fijador y revelador- y las imágenes se procesaban en un cuarto oscuro que ocupaba un importante espacio físico del edificio de la morgue.

El equipo digital, en cambio, tiene dimensiones poco más grandes que un microondas, no genera residuos de ningún tipo y las placas se “revelan” directamente a la base de datos de la computadora de la morgue.

Así, las radiografías se almacenan en la red informática del Poder Judicial y quedan accesibles para todos los organismos que la necesiten en formato digital.

La liberación de espacios dentro de la morgue permite, además de mayor comodidad, generar un nuevo corredor de circulación biosegura en el edificio y la ampliación del sector de sanitarios y ducha para uso de los médicos y técnicos forenses.

Informes estandarizados

Por otra parte, en el marco del mismo paquete de proyectos de Planificación Estratégica para el CIF, el Superior Tribunal de Justicia aprobó esta semana el uso de un registro uniforme para la recolección de los datos de las autopsias en todas las circunscripciones.

El modelo se elaboró con el consenso del equipo de medicina forense y permitirá tener disponibles los datos con mayor claridad y orden, facilitando la lectura de los datos y la confección de los respectivos informes forenses que luego se incorporan como evidencia en las causas judiciales.

El registro usó como referencia el “Protocolo de Minnesota para la Investigación de Muertes Potencialmente Ilícitas” y unifica los criterios de registración de datos esenciales como la identificación del cuerpo, los antecedentes médicos de la persona fallecida, el examen externo del cuerpo, la identificación por dentadura, el examen traumatológico y la estimación del momento de la muerte.

También unifica criterios para asentar datos del examen interno, la causa de muerte (segura, probable, a determinar o indeterminable) y la etiología médico legal probable del deceso (accidental, suicidio, homicidio, natural, mala praxis o indeterminada), entre muchos otros datos y estudios complementarios que deben registrarse detalladamente en los informes de autopsias.

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