“Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera, porque si entre ellos pelean, los devoran los de afuera” cita el Martín Fierro de José Hernández.
El politólogo Sebastián Carnival, escribió en un artículo de opinión, referido al ‘Día del Veterano y los Caídos en Malvinas’; “todos sabemos lo que sucedió durante la guerra, y que geográficamente, las islas son un territorio que nos pertenece, pero políticamente es una tierra que nos ha resultado imposible”.
Está claro que todos los países tienen sus acuerdos y diferencias. En nuestro país cuando hablamos del 2 de abril, es imposible no pensar, mencionar y recordar lo sucedido 35 años atrás. Cuando eso pasa, encontramos “un país sin diferencias, que habla el mismo idioma y que está dispuesto abrazarse”, sostiene Carnival, quien comenta “en la Argentina estamos acostumbrados a rivalizar, desde federales a unitarios, de peronistas a radicales, de Boca a River pero realmente si nos ponemos a pensar, Malvinas siempre será un tema que nos una”.
En otro contexto, pero hablando de la unidad, Jesús alentó a sus discípulos a “que sean uno para que el mundo crea”- Evangelio de Juan 17:21- Si bien es cierto que sus palabras hacen alusión al mensaje del evangelio y a la divinidad de Jesús, también es muy cierto que estas palabras pueden ser aplicables a una familia, pueblo ciudad o país, para tener credibilidad ante terceros.
Ser uno, no significa hacer todas las cosas de la misma forma, pero si hacerlas bajo las mismas prioridades o normas. Un ejemplo de esto podrían ser la políticas públicas; en nuestro país, los gobiernos han tomado como costumbre que aquello hecho por el gobierno anterior -cualquiera sea-, no sirve, y que hay que tirar todo para ‘barajar de nuevo’, y así se repite la historia, administración tras administración, dejando como consecuencia una nación que crece lentamente y que no inspira confianza a otros países, porque un día ‘hace una cosa y otro día otra’.
Volviendo a la familia, que es el tema que nos aboca, ¿cuánto debemos aprender a ‘tirar todos para el mismo lado’?, aunque unos tengan una forma de hacer las cosas y otros las desarrollen de otra manera, sin importar las diferentes generaciones que vivan bajo el mismo techo.
Yendo al plano espiritual, esto se puede lograr, viviendo y practicando los mismos principios. De ahí la importancia de mantener una vida de fe en la familia y regularidad en la relación con Dios. No es fácil, pero en nuestro Señor Jesucristo “todas las cosas son posibles”. ¡Qué sean más los temas que nos unan, que aquellos que nos dividan!
Pastor Aldo Pier
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Face: Aldo Daniel Pier