Diez días antes del inicio de la pandemia, una mujer circulaba a velocidad reglamentaria por la calle Sierras Blancas, de Las Grutas. Era el mediodía y el tránsito estaba tranquilo. A llegar a la esquina con Curicó, pisó con la rueda delantera derecha una tapa del registro del sistema cloacal, ubicada al medio de la calle.
La tapa estaba suelta, se levantó y “arrancó de cuajo el eje y semieje trasero derecho, destrozó la llanta, amortiguador y neumático derecho trasero, con desprendimiento del palier del diferencial, con lo cual quedó prácticamente destruido el tren trasero del vehículo”.
Inició el reclamo ante Aguas Rionegrinas, pero desde la empresa le dijeron que “la tapa de cloacas en cuestión se hallaba correctamente colocada”. Argumentó que “la maquinaria municipal que trabajó en la calle pudo haberla descalzado y desprendido el marco rígido de fundición de dicha boca y causar el daño”.
La mujer hizo arreglar el vehículo e inició una demanda. Presentó el presupuesto de repuestos y mano de obra del taller, fotografías del momento del accidente, del lugar, de los daños sufridos, y del estado de la tapa del sistema cloacal y cartas documento intercambiadas con Aguas Rionegrinas S.A.
En el expediente consta el informe de la Delegación Municipal de Las Grutas. Da cuenta que no han recibido quejas ni reclamos de vecinos por mal funcionamiento del servicio de desagües cloacales durante el año 2021.
En el proceso declararon testigos. Un automovilista que llegó al poco tiempo del accidente vio el vehículo “con la rueda derecha salida y el hueco de la cloaca sin la tapa ni el aro”. Se ocupó de atender a la señora porque estaba muy asustada.
Señaló que había pasado varias veces por ese lugar y hace un tiempo estaba señalizado y después la sacaron. La tapa no estaba bien agarrada al piso, no estaba hormigonada, y tenía un caballete de madera señalizando, explicó. Aunque “en el momento del accidente no estaba la señalización”.
Otra testigo declaró que vivía a media cuadra del accidente: “la tapa esa siempre estaba salida, cuenta que a veces le ponen unos palitos”. Un amigo de la víctima contó que el vehículo estuvo tres meses en el taller.
Se realizó una pericia por parte de una especialista, que concluyó: “no surge, de las imágenes aportadas en la causa, la existencia de la losa de hormigón, como sí fue observado en otras intersecciones del Balneario Las Grutas. Y de existir, el aro metálico no se encontraba adecuadamente vinculado a la misma”.
El fallo del juez civil de Viedma aseguró que “el hecho generador del daño se encuentra debidamente acreditado”. La empresa argumentó que fueron las máquinas municipales, pero “lo cierto es que ello ha quedado en el terreno de la mera enunciación”, porque no lo pudo probar.
El magistrado tuvo en cuenta el informe pericial que detalló las fallas en la estructura que sostiene la tapa.
Finalmente, analizó los rubros que corresponde indemnizar y condenó a Aguas Rionegrinas a resarcir por daño moral, daño material y privación de uso del automóvil.