«El diálogo en un marco de respeto, sin dudas es liberador “, dijo Nora Aurora Cader, Defensora del Pueblo del Municipio de Viedma, en referencia a la implementación de la mediación comunitaria cómo método alternativo de resolución de conflictos entre vecinos y vecinas de la capital provincial.
Indicó que «dos partes enfrentadas, que dejen su diferencias de lado y apuesten al diálogo es un primer paso importante para resolver problemas, disputas o desacuerdos vecinales» y señaló que «lo positivo de esto, es que más allá de la disputa que se trate, el punto de partida es que las dos partes tienen un objetivo en común, que es resolver el problema y eso ya de por sí es un avance significativo».
Precisó además que «el diálogo, desde lo emotivo, permite descargar tensiones y genera cierta empatía que alienta a la búsqueda de soluciones” y agregó que “se pasa del enfrentamiento a ponerse a la par del otro, para buscar juntos las soluciones» y puntualizó que “el rol del mediador no es imponer una medida, sino que al tratarse de un proceso voluntario, busca un acuerdo en base a los intereses de los propios involucrados».
En esa misma sintonía, la Defensoría del Pueblo explicó que días atrás, dos vecinas del Barrio Inalauquen participaron de uno de estos procesos de mediación comunitaria, bajo el arbitrio de la Defensora del Pueblo y su equipo, para encontrar soluciones definitivas a un inconveniente de larga data que había generado problemas de convivencia e incluso situaciones de violencia entre los grupos familiares.
De esta manera la Defensora logró que las propietarias de dos departamentos se pusieran de acuerdo, para que una de ellas proceda a la realizar reparaciones en su propiedad para poner fin a filtraciones de agua que llegan a la propiedad lindera afectando la calidad de vida y la seguridad del inmueble para la familia vecina.
La Defensoría afirmó que las dos mujeres pudieron expresar sus puntos de vista sobre el conflicto, a través del diálogo propiciado por el equipo que lidera Cader y aseguró que todo quedó labrado en un acta, donde quedó plasmado el compromiso de la vecina de contratar a un profesional para que resuelva el problema de las filtraciones en el corto plazo y adelantó que en caso de que “no se cumpla lo acordado las dos mujeres hicieron la reserva del caso para recurrir a la vía legal”.
El proceso de mediación comunitaria es totalmente gratuito y confidencial y sólo se necesita la predisposición de las partes a participar y en caso de que no haya acuerdo o se incumplan los compromisos asumidos las partes pueden seguir sus reclamos por la vía administrativa y legal.