Otra vez los peronistas de Río Negro, afiliados, militantes y adherentes, vuelven a ver cómo sus esperanzas de acceder a un gobierno provincial se desvanecen,
Otra vez y por cuatro años serán «los otros» quienes dispongan los destinos de Río Negro.
La compañera y compañero, que siempre está al lado de los candidatos que se dispongan, vuelve a quedarse sin nada y a depender del azar o de la intolerancia.
Sin embargo, esta vez como nunca antes se trató de una crónica de una muerta anunciada.
Se supo en el instante mismo en que la conducción y principales candidatos se apoyaron en referentes foráneos y negaron toda posibilidad a dirigentes de valía y con cierta representatividad.
No sólo negaron a esos dirigentes la posibilidad de ser candidatos, ya que eliminaron toda posibilidad de confrontación interna, sino que además ni siquiera se los tuvo en cuenta en la militancia, la campaña, la fiscalización, etc.
O sea, vinieron por todo y nos dejaron sin nada.
Porque está claro que, como un ludópata enfermo, se apostó todo a ganar y después dejar a todo el mundo afuera y construir un poder ajeno a los intereses de las mayorías.
Así les fue.
Llevaron a miles de compañeros al dolor de sentirse ignorados y menospreciados e incluso a exponerlos ante los enemigos de hasta ayer mismo que parecían tener más relevancia que los que dieron toda una vida por la causa peronista.
Esta aberrante inconducta partidaria que alertamos en su momento y que enumeramos con la simpleza de todo justicialista no puede ni debe pasar desapercibida.
Es la metáfora de la bosta de las palomas que enseñó Perón.
En términos de política real y concreta han expuesto a nuestro Movimiento a una sangría irrespetuosa que mucho nos costará en lo inmediato.
Olvidaron al movimiento obrero organizado; desecharon a agrupaciones y líneas internas y hasta creyeron poder discernir mesiánicamente de ciertos «ismos» como si todos camináramos el sendero de la militancia con una chapa en la cabeza.
El peronismo no es una lista de amigos que puede armarse sólo por intereses particulares; mucho menos en una ciudad y una provincia como las nuestras donde tantas compañeras y compañeros han dejado su vida por un ideal.
Más allá del resultado final expresado en centenares de miles de votos, el peronismo de Río Negro en general y el de Viedma en particular, no se merecían este destrato.
Es momento entonces como militantes de la causa nacional y popular y del peronismo viedmense convocarnos con el fin de generar el debate pertinente que permita posicionarnos de la mejor forma posible ante los duros desafíos municipales y nacionales que quedan en este 2019.
Es por ésta razón- y ante la diáspora resultante del cierre de una Unidad Básica local única- que debe convocarse inmediatamente a una Mesa de Conducción partidaria local con la participación de todos los sectores.