Viedma. La modalidad garantiza el derecho a la escolarización de las personas que se encuentran privadas de su libertad, en las ocho unidades penitenciarias que funcionan en Río Negro: seis provinciales y dos federales.
Viven el día a día y la Provincia les ofrece la posibilidad de superarse y sumar formación Primaria, Secundaria o Superior. La Educación en Contexto de Encierro es el derecho que tienen las personas privadas de su libertad y que, desde hace dos años, incrementó su matrícula a más de 1100 estudiantes, con una proyección de cientos de egresados.
“La experiencia de los Centros de Educación Para Jóvenes y Adultos (CEPJA) en Contexto de Encierro se implementó hace dos años. La definiría como muy positiva, después del balance 2017-2018, con egresados y mucha matrícula en toda la Provincia. El desafío tiene que ver con el acompañamiento que se puede hacer desde la escuela en una situación tan particular, desde lo emocional y social”, analiza la coordinadora provincial de la modalidad, Ana Paula Dadona.
Mara Moreno coordina el CEPJA 35 en el Penal 1 de Viedma. Tras haberse desempeñado como docente en otros establecimientos educativos de la ciudad capital, decidió el cambio que la llevó a vivir “una experiencia diferente de vida”.
“Primero me sentía un poco temerosa, por el espacio; pero después descubrí que era una educación diferente, donde empezás a vivir esto con más libertad”, cuenta en una de las aulas ubicadas entre los pabellones que alojan a los estudiantes.
A las distintas ofertas educativas brindadas por el Ministerio de Educación y Derechos Humanos en ámbitos carcelarios acceden 522 estudiantes de Educación Básica de Adultos (Primaria) y 583 de Secundaria.
Mara habla con emoción de sus “chicos” y la función de la escuela en un contexto de encierro: “Son sumamente agradecidos de que estemos acá y hayamos elegido venir a darles clase. Este espacio se respeta; es un lugar donde no se hace nada que no corresponda, en el que se sacan sus vísceras para entrar; cambian su lenguaje, sus formas”, detalla.
Transformar realidades
La matrícula en la Secundaria de esta modalidad se divide en 301 estudiantes que cursan estudios en los anexos CENS, ubicados en las unidades penales Federales de General Roca y Viedma. En las dependientes de la Provincia, concurren 262 estudiantes a los seis CEPJA, que funcionan en Viedma, Pomona, Choele Choel, General Roca, Cipolletti y San Carlos de Bariloche.
La docente destaca que al venir “a enseñar una materia, traemos una información que ellos desconocían de la vida”. Asimismo, lo más importante no son los libros, porque “empiezan a creer más en sí mismos, a pensar que pueden; que no son tan malos como creían”; y, desde ese lugar, el vínculo docente-estudiante experimenta “una conexión diferente”.
Desde 2014, algunos penales, provinciales como federales, ofrecen la posibilidad de acceso a la Educación Superior. Se trabaja en articulación con Universidades y/o Institutos terciarios no universitarios, para que los estudiantes puedan transitar distintas carreras de manera semipresencial o a distancia.
La enseñanza en las aulas del Penal 1 se complementa con el funcionamiento de una biblioteca, emplazada al final de un largo pasillo de celdas en el piso superior del pabellón contiguo al área educativa. Allí, los estudiantes reciben clases de apoyo para no perder el ritmo del cursado de materias.
El encargado del espacio es Antonio Mena, quien explica que “el CEPJA está inmerso en la biblioteca porque hay muchos alumnos que asisten acá con sus docentes; tenemos un lugar preparado para que puedan estudiar de manera tranquila, con todo lo que necesitan y hasta los vamos a buscar, porque somos muy insistidores”.
La insistencia es de ambas partes. Tanto los estudiantes como los docentes y los equipos técnicos que organizan la modalidad en todos los penales ponen lo mejor de una política provincial que educa para la libertad.