Quienes ven el vaso medio vacío, se lamentan por la mitad que les falta. Quienes lo ven medio lleno, se alegran por la mitad que contiene. ¿Cómo ves tu vaso en la vida?
Quien ve el vaso medio vacío, se lamenta por la mitad que le falta. Quien lo ve medio lleno se alegra por la mitad que contiene.
Así podríamos decir que están constituidos los grupos en nuestra sociedad, los que ven todo negativo y aquellos que afrontan la vida con esperanza y optimismo.
Los que ven el vaso medio vacío, son presos del temor, produciendo este en las personas la imposibilidad de avanzar, o por lo menos de intentar hacerlo, en la búsqueda de solucionar sus problemas, concentrándose solo en lo que no tienen, quedando a mitad de camino en sus sueños.
En cambio, aquellos que ven el vaso medio lleno, son los que no pierden la esperanza y que pase lo que pase, luchan por encontrar una salida a las dificultades.
En la Biblia, el Salmo 23:5, dice “mi copa está rebosando”. Algunos relacionan la palabra “copa” a la experiencia, suerte o parte de uno en esta vida. El rey David, a quien hace alusión este texto, dijo: “Tengo una porción completa de bendiciones, de manera que no me falta nada.” En otras palabras, David se sentía completo. Por esta misma razón sostuvo: “Con Dios tengo todo lo que necesito”.
David tenía razones para decir lo que dijo:
En primer lugar, sabía que Dios estaba con él y que el Creador le daba sabiduría para poder conducirse en una sociedad confusa. Mientras buscara estar ‘conectado’ con Dios, tenía por seguro que sentiría seguridad en cada una de sus decisiones.
Más allá de algunas dificultades a las que debió enfrentarse pudo decir “el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida”. ¡Eso es tener y ver el vaso medio lleno!
Pastor Aldo Pier
aldopierpr@hotmail.com
Face: Aldo Daniel Pier