El Concejo Deliberante de Viedma había declarado de interés las actividades del Centro Cristiano en el marco de la “Invasión del Amor de Dios”. Doce años después, la Justicia condenó a su líder de alabanza juvenil por abuso sexual a una menor de 15 años. La congregación depende del pastor Raúl Díaz, quien responde al apóstol Jorge Ledesma, hoy bajo la lupa judicial por presunto lavado de dinero y evasión fiscal.
El 4 de julio de 2025, el Foro de Jueces de Viedma condenó a Gustavo Daniel Sisterna, líder de alabanza del grupo de jóvenes, a tres años de prisión en ejecución condicional por abuso sexual a una menor de 15 años. El tribunal probó que el acusado se aprovechó de la inmadurez sexual de la víctima y de la confianza que su familia había depositado en él como dirigente religioso. La sentencia a Sisterna dejó al descubierto la responsabilidad institucional de la iglesia Centro Cristiano Viedma, donde la víctima conoció a su abusador, ya que es el yerno del pastor Raúl Díaz.
El fallo impuso a Sisterna restricciones de acercamiento a la víctima, tratamiento psicológico y pautas de conducta por dos años; pero no le impidió a continuar con su cargo en la iglesia. Pese a los hechos y en contra de su fe, su suegro, el pastor Raúl Díaz, lo habilitó a continuar como líder de alabanza en el Centro Cristiano Viedma, poniendo en riesgo a su congregación, compuesta por personas adultas y menores de edad, lo que agrava la situación.
Lejos de repudiar el abuso, el pastor y su esposa Claudia Suko, recomendaron a su hija Priscila Díaz continuar con su esposo, para cumplir el mandato y mantener la apariencia de familia modelo. Mantener en secreto el abuso, fue la principal preocupación de los líderes de la iglesia, no solo se encargaron de pagar los gastos del abogado defensor de Sisterna, además, amenazaron a la víctima de 15 años pidiéndole que no le cuente a su familia, para evitar la “vergüenza”. Esta manipulación a la menor de edad, sucedió dentro de las instalaciones de la iglesia, sin ninguna persona adulta en la mesa.
El silenciamiento y la impunidad tienen apoyo municipal. En 2013, el Concejo Deliberante de Viedma aprobó una ordenanza que declaró de interés municipal las actividades conjuntas del Centro Cristiano Viedma y su Fundación “Más que Vencedores”, como parte del proyecto internacional “Invasión del Amor de Dios”. Presentada como una iniciativa de alcance social y espiritual, la iglesia recibió el aval político y desde entonces, realizan eventos en conjunto.
La gravedad del caso aumenta al considerar la cadena de poder de la que forma parte la iglesia local. El Centro Cristiano Viedma depende del apóstol Jorge Ledesma, líder de la Iglesia Cristiana Internacional en Resistencia (Chaco), quien recibió al presidente Javier Milei en la inauguración del mega templo Portal del Cielo. Ledesma es investigado por la Justicia Federal en una causa por presunto lavado de dinero y evasión fiscal. La jueza Zunilda Niremperger levantó su secreto bancario y fiscal tras sospechas sobre el financiamiento millonario de su iglesia y una polémica “conversión” de 100.000 pesos en 100.000 dólares relatada por el propio pastor.
La trama muestra cómo, detrás del discurso religioso y los reconocimientos oficiales, se ocultan denuncias de abuso sexual, encubrimiento institucional y posibles maniobras de lavado. Una combinación de poder e impunidad que obliga a revisar la legitimidad de una iglesia que durante años fue presentada como ejemplo de fe y compromiso social, mientras encubría delitos que hoy salen a la luz.
