«A lo único que le pusieron un verdadero cepo es a los salarios”, dijo Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE, en referencia a la adhesión al paro nacional convocado por el sindicato para el próximo martes 10 de septiembre y al anuncio de que volverá a movilizarse a los puentes que unen Cipolletti con Neuquén, desde las 10, para exigir la reapertura de paritarias.
Indicó que “cada semana que pasa la pérdida de poder adquisitivo de los ingresos es mayor” y agregó que «lo que quiere dejar estacionado Lacunza no es un barco, sino el Arca de Noé, donde arriba viajan sólo banqueros y empresarios» y precisó que «luego de las PASO el gobierno nacional atraviesa su etapa de mayor descrédito”.
Aseveró que “en este momento la falta de confianza es absoluta” y remarcó que “tenemos una gestión sin poder y por lo tanto el escenario cada vez será peor” y alertó que “Macri tiene los días contados.
Afirmó además que «no estamos de acuerdo con los dirigentes gremiales que creen que tenemos que mantener tranquilidad y garantizar paz social en estos tiempos de inestabilidad. Ellos suponen que cualquier evento extraordinario podría producir un cambio de opinión en los votantes. Nosotros, sin embargo, pensamos que el resultado de las elecciones primarias lo construimos los trabajadores resistiendo en la calle y si queremos que se repita en octubre, no debemos abandonar ese camino de pelea”.
En esa línea, ATE puntualizó que entre los reclamos que llevan al gremio a intensificar su plan de lucha se encuentra “el de la reapertura paritaria ante un escenario de constante pulverización del poder adquisitivo” y destacó que “las esquivas decisiones adoptadas por el presidente Macri luego del 11 de agosto generaron una devaluación creciente que impacta de lleno en los precios” y volvió a dejar en claro que “el aumento unilateral del salario mínimo vital y móvil decretado por el ministro Dante Sica en el Consejo del Salario es insuficiente. No cubre ni siquiera la mitad de la canasta básica de $31.200 que necesita una familia argentina para sobrevivivir y se deteriora rápidamente al pagarse en las tres cuotas establecidas”.
ATE también exige “la reincorporación de los más de 30.000 trabajadores despedidos en el Estado nacional, que no sólo dejaron a familias sin fuente de ingreso, sino que facilitaron el cierre de programas públicos y ministerios, como el vaciamiento de áreas estratégicas de producción nacional”.
ATE Río Negro denunció que “sigue esperando una señal del Gobierno de la Provincia y de todos los intendentes municipales, para que adopten medidas paliativas como las decretadas por Nación para los empleados públicos. Si bien para el sindicato son insuficientes y extemporáneas, contienen la gravísima situación de los asalariados más desprotegidos” y subrayó que “fueron discriminados cerca de 300.000 trabajadores” y demandó “un aumento de emergencia para jubilados y que se garantice la liquidación de los beneficios de aportes personales correspondientes a agosto y septiembre”.