Chubut. Las crudas imágenes que circularon en diferentes medios, y la protesta sobre la ruta nacional 40 en plena temporada estival, obligaron al gobierno de Chubut que encabeza Mario Das Neves a establecer una mesa de negociación con las comunidades originarias que fueron reprimidas por efectivos de la Gendarmería nacional y la infantería provincial.
En la Casa de Gobierno, el ministro coordinador de Gabinete, Alberto Gilardino, fue quien encabezó la reunión junto a otros funcionarios. Atentos lo escuchaban líderes mapuches que ya estaban enterados de lo que el jefe de la Policía chubutense, Juan Luis Ale, dijo este jueves en Esquel. “La policía fue atacada el día miércoles”, fue la primera de las acusaciones que buscaron manchar el objeto del reclamo.
Como se informó tras el encuentro en la capital provincial, la mesa de diálogo tendrá reuniones periódicas para avanzar en un trabajo conjunto, alcanzando los “consenso necesarios” para que se tomen decisiones que dejen a todas las partes conformes.
Una delegación integrada por diferentes representantes sociales como Nora Cortiñas, María del Carmen Verdú, Marga Cruz y Nicolás del Caño, entre otros, arribará a la ciudad de Esquel para acompañar a los manifestantes que todavía se encuentran a disposición de la Justicia Federal.
DIFERENCIAS. “Hay que diferenciar el reclamo legítimo de los pueblos originarios por el avasallamiento y las violaciones que han tenido en sus tierras y que se ha ido reconociendo con el tiempo”. La contundente frase de Gilardino, que no cayó para nada bien en el Grupo de Resistencia Mapuche, condicionó de alguna forma el trato en la mesa que se armó sobre la marcha para contener cualquier otro foco de protesta.
El ministro de Gobierno, Pablo Durán, fue más duro todavía y hasta se animó a desempolvar un viejo apotegma de los tiempos más oscuros del país. “No hubo represión a los mapuches, Gendarmería actuó para evitar que levantaran las vías de La Trochita y permitir la libre circulación”, advertía.
Fuente: Letra P