Faenaba hasta 500 vacunos por día y trasladaba pesados carros: ART deberá indemnizarlo tras un accidente laboral

Un hombre que trabajaba en un frigorífico empujó unos carros pesados con cabezas vacunas que pesaban más de 300 kilos. Sintió un fuerte espasmo en la zona de la cintura que le provocó un intenso dolor, lo obligó a interrumpir sus tareas y desencadenó un cuadro de lumbociatalgia.

Cumplía tareas en  un sector donde faenaban entre 400 y 500 vacunos. Entre sus funciones se incluía el desmembrado y destripe de animales, la manipulación de restos para su desecho o reutilización en la producción de chacinados. También la carga, descarga y traslado manual de carros de gran porte.

Estas labores exigían movimientos forzados de la columna, con gestos repetitivos como el empuje de pallets cargados con contenedores plásticos de 1,50 metros por 1,50 metros y 1,20 metros de profundidad, llenos de restos o cortes cárnicos.

El accidente fue reconocido por la ART, pero el trabajador calificó el tratamiento médico recibido como insuficiente e ineficaz. Afirmó que aún sufre graves secuelas provocadas por sus tareas, con una incapacidad vinculada a lumbalgia, lumbociatalgia y hernia de disco. Por esa razón, inició la demanda.

En el expediente laboral actuó una especialista. Afirmó que el hombre “experimentó un dolor agudo en su columna lumbar mientras desempeñaba sus tareas laborales (carga de peso). En este contexto, el mecanismo lesional denunciado es capaz de desencadenar un cuadro de lumbociatalgia”.

Luego, en su informe consignó que efectivamente el trabajador quedó con una incapacidad laboral. Con estas pruebas, la Cámara Laboral de Viedma condenó a La Segunda A.R.T. a abonar al trabajador la indemnización correspondiente por las secuelas incapacitantes.

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