A fines del año pasado, el Complejo Universitario Regional Zona Atlántica y Sur (CURZAS) de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo) dio forma a una red de cooperación con bibliotecas populares de las localidades donde se encuentran sus nodos. El proyecto busca integrar a las comunidades en el desarrollo de la vida académica, potenciar el acceso a los recursos bibliográficos, fomentar el intercambio de saberes y acompañar el crecimiento de la educación universitaria en el territorio.
La Red de Bibliotecas Nodos-CURZAS ya cuenta con la participación de cinco instituciones: “Raúl Entraigas” de Maquinchao, “Maestra Virina Toledo” de Los Menucos, “Manuel Novillo” de Sierra Grande, “General Conesa” y “Faustino Sarmiento” de Río Colorado. Desde el CURZAS-UNCo, el trabajo está a cargo de Marita Alasio y Karina Elgueta por el Proyecto Nodos de la Dirección de Educación a Distancia y Leila Waidatt por la Dirección de la Biblioteca.
Uno de los primeros pasos fue realizar un relevamiento en cada nodo para conocer las características de las bibliotecas locales y entablar diálogo con sus responsables. “Nos interesó escuchar sus realidades, demandas y desafíos. El propósito de la red es fortalecer vínculos, incluir y garantizar equidad”, explicó Karina Elgueta.
El objetivo es mejorar los servicios, optimizar recursos, compartir materiales y ampliar el acceso a la información. También se apunta a generar instancias de capacitación conjunta y favorecer el intercambio de prácticas entre bibliotecarias y bibliotecarios.
Otro paso fundamental fue la firma de un Acta Acuerdo Particular entre el CURZAS y la Secretaría de Estado de Cultura de Río Negro, que articula a las bibliotecas populares de la provincia. Ese convenio habilitó, entre otras acciones, la creación de “rincones CURZAS” en cada biblioteca, espacios especialmente dedicados a visibilizar el trabajo del complejo y acercar sus materiales a la comunidad.
Gracias a una campaña de donación de libros, este año se concretó la apertura de las bibliotecas en Maquinchao y General Conesa, con la entrega de 54 ejemplares -entre libros y revistas- a cada localidad. Además, próximamente estará habilitada la biblioteca de Río Colorado, adonde viajaron la decana Adriana Goicochea y la directora de Educación a Distancia Marita Alasio para llevar material y reunirse con el intendente.
La bibliotecóloga Leila Waidatt explicó que una de las prioridades es “escucharnos entre todos y todas para saber cuáles son los desafíos que enfrentan esas bibliotecas populares: con qué materiales cuentan, qué circulación tienen, qué actividades desarrollan y cuáles son sus necesidades formativas”.
Desde su rol en la Dirección de Biblioteca del CURZAS, Waidatt enfatizó la importancia del reconocimiento profesional. “Las bibliotecas no somos estructuras estáticas. En esta red hay intercambio de saberes. Los bibliotecarios tenemos un rol en la formación de docentes, investigadores y estudiantes en los temas que nos competen”, expresó.
En el corto plazo, se prevé realizar un primer encuentro presencial con los equipos de las bibliotecas que integran la red. El objetivo será revisar y unificar procedimientos técnicos -como la descripción bibliográfica, la catalogación de materiales, los sistemas de préstamo y los reglamentos de uso-, con la mirada puesta en mejorar el acceso de estudiantes y facilitar su vínculo con estos espacios. Será una instancia para seguir construyendo criterios comunes y sostener una red que ya empieza a dejar huella en la vida universitaria de los nodos.


Para el CURZAS-UNCo, la construcción de esta red forma parte de una propuesta académica que trasciende el dictado de carreras, que propone una universidad presente en el territorio, reconoce el valor de las instituciones locales y apuesta por el trabajo colaborativo.